A través de un comunicado enviado a los medios de prensa la Regional Tres Arroyos de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos repudió el traslado y permanencia en la ciudad del comisario inspector Marcelo Amaya, quien se desempeñaba como jefe de Policía Comunal en Laprida, y el comisario Cristian Barrios, jefe de la Estación de Policía Comunal donde el pasado 5 de junio se produjo la muerte de Daiana Abregú en circunstancias sospechosas.
Sobre este caso el comunicado indica: “...con el correr de los días y pruebas mediante, no dejan lugar a dudas respecto de la existencia de un homicidio. Los nombrados son responsables funcionales del destino de Daiana, en tanto conductores, respectivamente, de la fuerza que estuvo a cargo de su aprehensión y custodia, y de la dependencia donde se produjo su muerte”.
Y continúa: “Sin embargo, lejos de haberse procedido a separarlos de sus cargos mientras se sustancia la investigación, estos dos numerarios policiales están cumpliendo funciones en Tres Arroyos. Y lo hacen ante el silencio incomprensible de las autoridades municipales, que a pesar de tener amplia injerencia en cuestiones vinculadas a la seguridad pública como distrito “pionero” en adoptar sistemas como el de la Policía Comunal, no se han pronunciado al respecto.
Finalmente, la APDH Regional Tres Arroyos insiste en que los efectivos policiales sospechados de la comisión de delitos deben ser suspendidos mientras los hechos se investiguen, y no trasladados a otras dependencias.