Tres Arroyos cumple 138 años.Muchas cosas podrían escribirse desde aquel 1884 a la fecha de una ciudad en constante crecimiento, desarrollo y evolución. Muchos datos de esta prospera actualidad podrían brindarse en una nota periodística pero nos quedamos con un par de curiosidades y datos de aquellos primeros años posteriores a su fundación.
Oficialmente la ciudad de Tres Arroyos se inauguró el 24 de abril de 1884, sin embargo para antes de aquella fecha ya se encontraban asentadas las primeras casas, muy diseminadas entre si, que serían el puntapié inicial de un amplio conglomerado urbano. Todas ellas construidas de barro y paja, como lo fue también el galpón que oficiaba de municipio y que fue inaugurado en 1885.
Si bien, al momento de la fundación del pueblo, la amenaza de los malones era historia pasada, ya que habían sido expulsado hacia el sur, todavía se tomaban algunos recaudos y algunas medidas de seguridad y prevención al respecto: había instalados en la zona tres pequeños fortines que resguardaban al pueblo: uno estaba ubicado en la confluencia de los tres arroyos que dan nacimiento al Claromecó; otro en la casa de negocios "La Española" una pulpería instalada a 4 kilómetros del pueblo a 500 metros aproximados del arroyos Claromecó. Ambos contaban con un foso circular alrededor de la edificación que contenía los posibles ataques. El tercer fortín estaba ubicado en las inmediaciones del cementerio. Todos ellos vigilados y patrullados por efectivos militares.
Poco a poco comenzaron a aparecer los primeros comercios que junto al trabajo rural le dio el primer impulso económico al pueblo. La preocupación mayor por aquellos años de todos los pobladores era lograr el autoabastecimiento y no depender para ello, de Buenos Aires u otros centros urbanos más desarrollados, Los viajes en carreta o galera para abastecer de mercadería a los negocios eran trayectos de varios días, por lo cual solo en Tres Arroyos se contaba con lo indispensable para cubrir las necesidades alimenticias primarias.
El 2 de abril de 1886 llegó el primer tren a Tres Arroyos y con él se quebró definitivamente el aislamiento y fue el puntapié inicial al progreso constante de la ciudad.
Se instaló la primera industria, El Molino Mayolas, y para 1898, Juan Bautista Istilart, en la parte central de un terreno ubicado entre las calles Sarmiento, Betolaza y Av. Moreno, instaló un pequeño taller metalúrgico donde el pionero de la industria en Tres Arroyos, comenzó a trabajar junto a un pequeño grupo de obreros. Poco después junto a ese taller instaló una casa de fotografía que luego vendió a un vecino de la ciudad que a principios de siglo trasladó el establecimiento a otro lugar del pueblo.
Para 1903, de la mano del Ingeniero Domingo Carosio se instala una pequeña usina alimentada por un motor de 50 caballos, que suministra energía eléctrica a la ciudad y el progreso ya no se detiene.
La nota de color sobre la ciudad a principios de 1900, es que el juego deportivo por excelencia en aquella época era la Pelota Vasca. Tal era el entusiasmo y la cantidad de jugadores; que en el pueblo había instaladas cuatro canchas: La de Lopetegui frente a la estación del tren; la de Puchulu; la de Errazti que funcionó en un terreno ubicado en Chacabuco y Betolaza; y la de Martinez en el Hotel España, establecimiento que estuvo ubicado donde hoy se encuentra el Colegio Jesús Adolescente.
Máximo Paz era el nombre de la Plaza San Martín en un principio. Las cuatro Avenidas principales se denominaban Bulevares y sus nombres eran el del N.E, Isaías Mendiburu, el del N.O. Teófilo Gomila; el del S.E. Manuel Gonnet y el del S.O Francisco Seguí.
En 1893 se modificó el nombre de la plaza principal que pasó a llamarse San Martín. Los bulevares cambiaron también su nombre: Gonnet por Mariano Moreno, Seguí por Adolfo Alsina, Gomila por Bernardino Rivadavia y Mendiburu por Manuel Belgrano.
El 23 de agosto de 1905 bajo la ordenanza Nº 56 se dispuso lo siguiente: “las calles centrales que divide la planta urbana del pueblo de N.O. a S.E y de N.E a S.O se denominarán Avenidas en sustitución de Bulevares y estos teniendo un vértice al cruzarse en su mitad se denominarán: Moreno hacia el S.E; San Martín para el N.O; Belgrano para el N.E y Rivadavia para el S.O. adquiriendo así su nombre definitivo.