Más de 1.500 efectivos policiales partieron hoy a los puestos limítrofes de Santiago del Estero para reforzar la seguridad y evitar el paso no autorizado de personas y vehículos, en el marco de las medidas restrictivas para mitigar la propagación del coronavirus.
Los efectivos se concentraron desde muy temprano en la pista de atletismo del Complejo de Formación Policial de la capital santiagueña, donde el jefe de la fuerza, comisario general Roger Alberto Coronel, les agradeció por las tareas que realizan.
Los más de 1.500 policías, entre oficiales superiores, jefes y personal subalterno, están destinados a 64 puntos estratégicos de control, donde relevarán a sus pares y reforzarán el trabajo de las dependencias por los próximos 15 días, sobre todo en los límites interprovinciales y en las rutas de acceso a la provincia.
El objetivo de este despliegue será "controlar el ingreso de personas, evitar el desplazamiento de vehículos y de personas que no cuenten con los permisos necesarios entre provincias y detectar posibles casos de Covid-19, en el marco de las medidas sanitarias para frenar el contagio y la circulación del virus", indicaron las fuentes policiales.