En una entrevista con el Nuevo Diario, el gobernador de la provincia, Dr. Gerardo Zamora, habló de todos los temas de la actualidad del país, y también se refirió a esta campaña electoral. Esto fue lo que dijo:
Consultado sobre cómo afronta el sector que representa la mayoría de la voluntad popular en Santiago esta etapa manifestó: — No cambiamos nuestro ritmo de trabajo. Nosotros seguimos en la gestión como todos los días, con mucha responsabilidad y muchas cosas por hacer, que son las que nos preocupan. Trabajamos por una provincia equilibrada que genere posibilidades para el futuro y que contenga a todos bajo la paz social, que es uno de los objetivos fundamentales.
En términos electorales, las campañas cada vez son más cortas y en el caso de la campaña nacional está pautada para que todos los candidatos de las fuerzas políticas tengan su segmento audiovisual que les permite expresar sus proyectos y eso es lo que se va a hacer seguramente a partir de estos días.
En el caso del Frente Cívico por Santiago llevamos nuestros candidatos y, en este caso, ratifico que vamos a apoyar la fórmula Fernández-Fernández.
— ND: Usted manifestó categóricamente: "Vamos a apoyar sin especulaciones la fórmula Fernández-Fernández, ¿Qué significa cabalmente el concepto?
— Se había hablado mucho de que muchos gobernadores íbamos con boletas cortas para dar libertad de acción. En realidad, lo que hay es un impedimento legal que incluso hay planteos judiciales al respecto, pero definitivamente muchos partidos provinciales, como el nuestro, adherimos aún a pesar del impedimento legal que surge del decreto que firmó el presidente de la Nación hace un par de meses. Eso podría generar alguna especulación con el tema de la boleta corta y no es así. Nosotros vamos a apoyar a la fórmula Fernández-Fernández y, obviamente, ese impedimento legal quizás nos obligue con una boleta corta inclusive enfrentando a una boleta larga, como es el Frente de Todos. Ellos llevan su lista y nosotros mantenemos nuestra identidad con la del Frente Cívico. Esto ha ocurrido en todas las elecciones nacionales y vuelve a suceder esta vez en Santiago del Estero.
— ND: En términos sencillos, en el cuarto oscuro encontraremos la boleta del Frente Cívico por un lado y la del Frente de Todos.
— Sí, tal como ocurrió con el Frente para la Victoria en 2017 y 2011, nosotros también somos uno de los sectores que apoyamos sin especulaciones la fórmula que encabeza Alberto Fernández.
— ND: ¿Qué opina de la relativa “quietud” de la economía? ¿forma parte de un maquillaje preelectoral?
— Usted lo dijo. Tan relativa como preocupante e irreal. Es preocupante la situación económica y no lo cambia la relatividad electoral. Al contrario, se hace más compleja hacia el futuro. La economía real tiene hoy niveles que son preocupantes y no solo estoy hablando del endeudamiento, de las altas tasas de interés, sino de la caída del consumo que está afectando a los gobiernos locales.
Sobre el default:
—ND: ¿Es grave el diagnóstico?
— Nosotros el viernes, por ejemplo, cerró el mes de junio y subió un nominal interanual un 35 por ciento arriba en comparación con 2018. Eso significa un 20 por ciento por debajo en términos reales. La inflación superó el 54%, con lo cual hay una caída de la economía que está afectándonos.
En términos cambiarios, el dólar parece que baja o se plancha y se está generando una fuga de capitales muy grave, con un virtual colapso llamado default, comúnmente en el futuro.
Cuando hablamos de default no hablamos de la voluntad de default. Eso no va a ocurrir ni debe ocurrir. Lo que sucedió en 1991 fue una locura. Lo que tenemos que hacer es una reestructuración de la deuda porque no va a haber dólares para afrontar el pago ni siquiera de lo que el FMI va a tener como acreencias, ni los vencimientos internacionales ni el dólar futuro ni el aterrizaje de las Leliq y en términos de impacto cambiario, traducido al dólar, puede generar prácticamente lo que ya es el default, es la imposibilidad de pagar compromisos. En marzo, técnicamente, vamos a estar porque se siguen fugando los dólares y esto es muy grave para la economía: siguen cerrando fábricas, cayendo el consumo y lo que ya sabemos.
— ND: ¿Cómo un Gobierno nacional puede permitir lo que comúnmente se llama timba financiera con los recursos de todos los argentinos?
— Es más grave que permitirlo, la está incentivando. No hay ninguna medida en contrario.
Las altas tasas de interés y vender dólares de las reservas, que a su vez son producto de la deuda con el FMI para generar un dólar bajo y esta fuga de divisas. Los montos son oficiales, no es una elucubración política: más de 70 mil millones en los últimos meses, entre lo que va de este año y el año pasado.
Esto todos los días va sumándose. Basta como cerraron ayer las reservas del Banco Central y la explicación lógica de la economía no condice con los títulos. Es decir, estamos viviendo un momento económico interesante, el dólar bajó ayer y lo que leemos en algunos medios de comunicación.
Una "bomba" macroeconómica:
— En realidad los dólares se van y, por otro lado decir que se bajó de 46 a 44 pesos el dólar no es la economía real, porque tendrían que haber bajado las tarifas del combustible y, casualmente, a partir de ayer (por el lunes) volvieron a subir. Esta bomba macroeconómica que se llama default es hacia donde caminó.
No lo digo yo, lo dice cualquier economista, a lo mejor, en términos maquillados.
Tenemos que pensar para adelante los argentinos, hoy no hay ningún motivo para ser felices y necesitamos un Gobierno que vuelva a poner las cosas en su lugar.
Nadie habla que no se deben pagar las deudas y honrar los compromisos. Lo que se habla es que es imposible hacerlo sin mercado interno y esto, sumado a un error macroeconómico de creer que con las medidas que se tomaron se iba a bajar la inflación cuando en realidad se la duplicó a lo largo de tres años, es un tema muy complejo que afecta el bolsillo de la gente todos los días y está destruyendo la industria nacional.
— ND: ¿Qué vamos a votar los argentinos?
— Lo que vamos a votar tanto en agosto como en octubre es la definición de dos modelos económicos diferentes en términos de concepción.
Uno es el de la timba financiera para que se pueda poner plata para ganar dinero, sin realizar ninguna actividad productiva, que está fomentando a intereses que ni siquiera son argentinos y generando lo que se llama el Carry Trade (estrategia utilizada en el mercado de compra-venta de divisas por la que un inversor vende una cierta divisa con una tasa de interés relativamente baja y compra otra diferente con una tasa de interés más alta).
Por otro lado, un proyecto de inversiones genuinas para producir bienes y servicios y que tenga posibilidad con ello de obtener una ganancia. Estos son los dos modelos antagónicos que van a discutirse en estas elecciones. Todo lo demás es secundario. Hablar de economía hoy es hablar de cosas reales y es lógico que el Gobierno de lo que menos quiere hablar es de economía.
— ND: ¿Será difícil el camino?
— No hay ninguna medida que se haya que tomar con felicidad porque lo que hay que hacer es ajustar cuentas fiscales que el Gobierno desajustó, pagar las deudas que este Gobierno contrajo, reactivar la economía que este Gobierno restringió y prácticamente destruyó en niveles de consumo, parar una inflación que este Gobierno generó con medidas contracíclicas diferentes y todo eso no es fácil e implica responsabilidad. Nosotros, los gobiernos provinciales, lo hacemos todos los días. Estamos entregando un bono de fin de año.
— ND: ¿Cómo hace?
— Porque somos cuidadosos y cuando es necesario generar algún tipo de recuperación económica y reactivación de consumo tenemos el dinero para hacerlo. La Nación no puede hacer eso porque no tiene el dinero. Lo malgastó en pago de intereses de Leliq y de timba financiera.
— ND: ¿El mercado especulativo genera riqueza? ¿Está equivocado el Gobierno?
— Está equivocado en términos reales. El mercado especulativo financiero no genera riqueza y mucho menos la distribuye. Los mercados especulativos se han asentado en la Argentina, pero la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer y hoy los resultados son graves.
Hay un fuerte crecimiento de todos los índices negativos: pobreza, desempleo, recesión y hay una caída del poder adquisitivo. Como por ejemplo, la recaudación que recibió la Provincia por la coparticipación, que es netamente consumo general, ha sido un 35 por ciento más que el año pasado en el mismo mes, pero en realidad es un 22 por ciento menos. Y cae porque en el bolsillo de la gente no hay dinero y está pudiendo comprar un 2 y pico por ciento menos de lo que podía comprar antes. Esto es producto de las mismas políticas del Gobierno.
Respecto de las altas tasas de interés, imagínese ¿qué actividad puede pagar hoy las deudas que se mantienen en el mercado financiero? Como por ejemplo en un Banco e incluso un crédito personal. Pagar la tarjeta de crédito con el mínimo está arriba del 200 por ciento. Eso es una locura, no ocurre en ningún lugar del mundo.
— ND: Entonces, cualquier plan de financiación cae en “balde roto” porque la gente está colapsada. ¿Ahora 12 o Ahora 18, por ejemplo?
— La gente se ha quedado sin crédito y, por lo tanto, el mercado se ha quedado sin consumo. Esa es la realidad y lo que hay que cambiar. Nosotros tenemos esperanza. Estamos apoyándolo a Alberto Fernández que, acompañado por Cristina de Kirchner, al menos tiene una visión diferente. Alberto Fernández es una persona con mucha capacidad de decisión, es muy prudente, muy moderado y tiene bien en claro lo que hay que hacer: revertir toda esta situación. Estamos en un momento complicado de la economía y el Gobierno lo que nos está proponiendo, con legítimo derecho, es que lo que está haciendo está bien y que lo va a hacer mucho más rápido en el mismo sentido. Nosotros creemos que está totalmente equivocado y que hay que hacer exactamente al revés.