En Realicó la conocen como Pepa, pero se llama Josefa Alieta Damilano. Desde hace 70 años se dedica a la cocina y su fuerte es la repostería. Sus platos estaban presentes en casamientos, cumpleaños y fiestas y todas las noches, los vecinos buscaban una mesa en su local gastronómico. Hoy a sus 99 años continúa con el delantal puesto y las mismas ganas de deleitar con su pastelería.
Pepa nació en Alta Italia, vivió en Falucho y hace más de siete décadas se instaló en Realicó. Su padre era peón en un campo de la zona, su madre ama de casa y tuvo seis hermanos. Pepa se casó con Luis Ibáñez, un trabajador del Ferrocarril que falleció hace algunos años. El matrimonio tuvo dos hijos, Norma y Luis Ángel, además de cuatro nietos y 11 bisnietos.
Estudió en una escuela rural donde aprendió a leer y escribir. A lo largo de los años hizo un poco de todo y se fue haciendo de pequeños trabajitos con ayuda de su máquina de tejer. Pero por esas cosas de la vida o del destino se cruzó con la cocina y decidió que ese era su lugar en el mundo. “Llegó a mis manos un libro de Petrona C. de Gandulfo, y con sus recetas me inicié”, contó Pepa en diálogo con La Arena, haciendo referencia a “Doña Petrona” una de las cocineras más importantes de la televisión argentina.
Un deseo, una ayuda, y un sueño hecho realidad
Josefa le insistió a su marido para armar un salón en un espacio ubicado en la esquina de Indios Pampas y España para continuar desarrollando su pasión gastronómica. Pero el sueño de Pepa se enfrentó a una serie de obstáculos. La inauguración del local tardó más de lo previsto, ya que el matrimonio usó todos sus ahorros para arreglar el lugar, pero aún necesitaban muebles, cocina, heladera y vajilla.
Un día se acercó al lugar un amigo de la familia, Salem Ale, propietario de un importante comercio de muebles y artículos de electricidad. Cuando vio lo que el matrimonio necesitaba para inaugurar un nuevo espacio gastronómico en la ciudad, decidió en silencio, darles una mano y ayudarlos a lograr su objetivo.
Fue así como pocos días después de la visita, Josefa y Luis recibieron la visita de un camión de Casa Ale con mesas, sillas, cocina, vajilla y todo lo necesario para que su sueño se volviera realidad, con la posibilidad de pagar cuando y como pudieran. “Nos vimos muy sorprendidos por ese gesto, porque el comerciante no sabía si íbamos a poder hacer frente al compromiso de semejante gasto”, confesó Pepa.
Pepa, la famosa cocinera de Santa Rosa
Con los años, Josefa Alieta Damilano, mejor conocida como Pepa se convirtió en una de las cocineras más famosas de la ciudad. Sus platos podían encontrarse tanto en el local como también en casamientos, cumpleaños y fiestas. “Fue un tiempo de muchísimo trabajo, a veces durante toda la noche porque teníamos que terminar de cocinar el mismo día lo más cerca posible de la fiesta, porque eran épocas donde las heladeras no alcanzaban”, contó.
Sigue firme en Realicó deleitante con sus platos. A sus 99 años ya no prepara sus reconocidas tortas de cinco pisos, pero continúa activa y con las mismas ganas de ponerse el delantal y cocinar de siempre, ya que “con alegría se puede hacer todo”.
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