Karen y Anahís, de 20 y 21 años, son dos estudiantes que este año finalizaron sus estudios secundarios en el Colegio Paulo Freire, después de haber tenido que abandonarlos temporariamente por diversas circunstancias.
Esta institución permite que los jóvenes puedan realizar su trayecto educativo de una manera más flexible, en donde se tienen en cuenta las historias de vida de cada estudiante.
Karen quedó embarazada cuando cursaba el segundo año y el Colegio la acompañó para que continúe sus estudios. "Acá fue todo más fácil porque pueden cuidarme a mi hijo, tenemos la facilidad de tener una maestra de jardín que le enseña mucho", resaltó.
Parecido es el caso de Anahís, que quedó embarazada en cuarto, luego su hijo enfermó y debió abandonar para trabajar. Decidió rendir las materias que adeudaba y comenzar quinto desde marzo de este año.
"El Colegio Paulo Freire me quedaba más a gusto, podía traer al nene. Mi marido venía antes a esta escuela, entonces sabía que había jardín en donde podían cuidarme al nene, y yo de esa manera, podía retomar los estudios", afirmó Anahís.
Ahora ambas decidieron continuar una carrera universitaria, Karen eligió estudiar enfermería, y Anahís, Contador Público Nacional. "Creo que lo mejor es poder estudiar para tener la posibilidad de trabajar", explicó Karen.
La elección que realizaron las jóvenes fue impulsada por el accionar de las personas que conforman la comunidad educativa del Colegio. Las posibilidades que brindan dentro de la institución, sumado al esfuerzo de Karen y Anahís, permitieron que hoy estén pensando en su futuro y se proyecten como profesionales.