El padrastro de una niña que vive en Vera fue condenado la semana pasada a 10 años de prisión por abusar en forma reiterada de la menor durante el tiempo en el que convivieron en el norte de la provincia. En el mismo fallo la Justicia provincial declaró inocente a otro hombre bajo sospecha por agredir sexualmente a la víctima.
El fiscal Leandro Benegas recordó que Miguel Ángel Portillo "amenazó y hasta llegó a lesionar físicamente" a su hijastra "para que no dijera nada acerca de lo que venía sufriendo. El tribunal a cargo de analizar el caso lo halló culpable por unanimidad de los delitos que le había atribuido el funcionario a cargo de presentar las pruebas recabadas en torno a la denuncia.
"Los ilícitos ocurrieron en reiteradas oportunidades durante aproximadamente cinco años. Siempre fueron cometidos en la casa en la que vivían la víctima y el condenado", apuntó el encargado de la investigación sobre los aberrantes hechos y el testimonio de la propia niña.
Si bien hubo otro acusado sentado en el banquillo, la menor negó durante el debate que esa persona hubiera abusado de ella. En este sentido la Fiscalía acotó que había "pruebas importantes" para sospechar sobre quien finalmente fue absuelto sin disidencias.
Portillo, en tanto, fue condenado por abuso sexual con acceso carnal y se tomaron como agravantes la edad de la víctima y la relación de convivencia que mantenía con la hija de su concubina.
A pesar de que habían pedido una pena de 14 años para el principal imputado, los representantes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) consideraron que se trata de una sanción "importante". No obstante, no descartaban apelar la resolución una vez que se dieran a conocer los fundamentos de la decisión unánime que tomaron los jueces Mauricio Martelossi, Claudia Bressán y Gonzalo Basualdo.