En conferencia de prensa y en sintonía con la decisión de la administración Perotti de intentar transparentar la presunta herencia que recibieron de la gestión de Lifschitz, la ministra de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat, Silvina Frana, reveló este lunes que su cartera tiene un rojo superior a los 3.000 millones de pesos, cifra que es más del doble si se le suman los déficits de la Empresa Provincial de a Energía (EPE) y de Aguas Santafesinas.
El de Frana es un súper ministerio ya que engloba áreas clave como lo son infraestructura, transporte, obras públicas, hábitat y servicios, que en el último gobierno socialista estaban subordinadas a dos ministerios y dos secretarias de estado.
Haciendo la salvedad de que no se trata de "la cifra definitiva", la funcionaria dijo que el pasivo de su cartera en concepto de certificados de obra y obligaciones en obra pública es de 3.094 millones de pesos, remarcando además que parte de dicha deuda fue contraída desde junio o julio de 2018 cuando ya se sabía quién era el gobernador electo.
Ahora bien, el relevamiento expuesto por Frana incluyó a dos compañías que dependen del estado santafesino y que tienen una estructura de grandes dimensiones. Una fue la EPE, sobre la que se enumeró una deuda de 5.000 millones de pesos con la mayorista Cammesa, 300 millones de pesos con la Caja de Jubilaciones y otros 300 millones de deuda flotante con proveedores.
El déficit operativo de Aguas Santafesinas, por su parte fue de 1.023 millones de pesos, con dificultades a resolver en cuestiones de Obras, maquinaria y personal.
Un párrafo aparte mereció la Secretaría de Asuntos Hídricos, cuyo flamante titular, Roberto Gioria, dio cuenta de que la repartición "estar diezmada". El funcionario dijo que el parque de maquinaria del área incluye 17 unidades, de las que solo están operativas doce.