Además de la reconstrucción de los últimos minutos de vida de Nélida Villar y la forma posible en que fue atacada y asesinada, también declaró en el juicio un ex funcionario de la Policía Científica que participó de las primeras pericias en la escena del crimen.
Entre las evidencias que recabó el perito aseguró que encontró rastros de pisadas pero aseguró que todo indicaba que eran de una mujer.
Además dejó en claro que Villar “pudo haber sido agredida por una o dos personas”.
El juicio por el asesinato de Villar tiene como acusados Abel Vázquez Correa (amante de la víctima) y Lucía Carrasco su esposa.
Según el especialista cuando llegó al cerro notó que el ingreso a la escena del crimen estaba “bastante contaminado, habían llegado muchos vehículos de la policía y otros particulares”.
Sin embargo, por primera vez un testimonio coloca de lleno en la escena del crimen a una mujer, aparte de la víctima.
De acuerdo al ex oficial de científica pudo hallar secuencias de rastros de un pie calzado y las huellas de los neumáticos de la bicicleta, que coincidían con las del rodado de la víctima.
En ese sentido, el testigo comentó que “por el modelo de zapatilla y la extensión de la huella, pudimos determinar que se trataba de un modelo femenino, número 38 aproximadamente. Descartamos que se tratara del calzado de Vázquez, porque éste lo superaba por varios números”.
Casi una hora y media duró la exposición del experto en el lugar de los hechos. Esta instancia sirvió para intentar explicar las hipótesis que se manejaron desde un primer momento, tras el hallazgo del cadáver.
“De acuerdo a las lesiones que presentaba el cuerpo, las características de las heridas que le provocaron la muerte, manejamos dos hipótesis: la víctima pudo ser atacada por una o dos personas”, afirmó.
“Entre las primeras lesiones vitales, que denotan que hubo un intento de escape y señales de defensa o lucha y las heridas que le provocan la muerte, no deben haber pasado más de 4 o 5 minutos. Fueron tres heridas de arma blanca, la tercera de ellas es la que ingresa por la quinta costilla, afecta el pulmón y la aurícula derecha del corazón y le causa la muerte”, indicó este perito.
El perito que trabajó en la Policía Científica descartó un abuso sexual en el marco del ataque “ya que las prendas estaban en perfecto estado, tanto la calza, como el protector y la ropa interior”.
En cuanto a la bicicleta que conducía Villar y que fue hallada cerca de su cuerpo, señaló que “fue enviada a Mendoza para cotejar las huellas. Se encontraron las de un hombre que fue el que le armó la bicicleta y otros 4 rastros que todavía no han podido ser cotejados.
La camioneta del acusado
Además de la reconstrucción del hecho y la inspección ocular, se dieron nuevas declaraciones testimoniales en el Centro de Congreso y Exposiciones Thesaurus.
Un hombre dijo haber compartido actividades y una jornada de trabajo con Abel Vázquez el día del crimen, hasta horas de la noche. “Estuvimos trabajando, faenando chivos y secando cueros. En ningún momento lo vi salir”, dijo. Esta versión fue sostenida por otro de los testigos que dice haber estado trabajando en la barraca con Vázquez ese día.
Otro de los testimonios aportados fue el de un vecino que dijo haber visto una camioneta gris (de características similares a las de Abel Vázquez”, con una bicicleta en la caja, ingresando al callejón Ibáñez.
“Era gris clara, con barras antivuelco cromadas y doble cabina. No pude ver al conductor porque tenía vidrios polarizados”, sostuvo ante el tribunal.