En septiembre del año pasado Julieta Silva fue condenada a 3 años y 9 meses de prisión por atropellar y matar a su novio, Genaro Fortunato. Los jueces Rodolfo Luque, María Eugenia Laigle y Julio Bittar consideraron que se trató de una muerte accidental.
La sentencia no convenció a nadie y por eso la fiscalía, la familia a través de su abogado y la defensa apelaron a la Suprema Corte de Justicia de Mendoza para que revea el fallo.
Estiman que la revisión del juicio podría estar resuelto antes de la feria invernal.
Mientras aguardan por la decisión del máximo tribunal mendocino, Fausto Fortunato tiene la esperanza de que la Corte revierta la sentencia al tiempo que criticó fuertemente a la justica sanrafaelina.
Por medio de una carta que colgó en las redes sociales, el hermano de Genaro aseguró que "nosotros creímos que se iba a hacer justicia, y me refiero a que las cosas iban a terminar como en cualquier lugar del mundo, donde el sentido común y un sinfín de otras cosas iban a prevalecer por sobre la contaminación y tergiversación que sufre el sistema judicial en Argentina".
En el posteo en su cuenta de Facebook, también sostuvo que "esperábamos algo totalmente distinto a lo que pasó, y con algo distinto no me refiero a una pena de muerte, coherencia, porque si el sistema está hecho así y se procedió como se debía proceder (de lo que más dudas tengo) entonces habría que evaluar cuánto vale una vida para el sistema".
"Todavía tengo la esperanza de que algunas cosas cambien, que la gente cambie y esto no le pase nunca más a nadie", agregó.
El planteo de Fernando Guzzo, jefe de los fiscales de Homicidios, es que no se trató de un accidente y pretende una pena que puede ir de 8 a 25 años de cárcel.
Una posición similar adoptó Tíndaro Fernández, en representación de la familia Fortunato.
En cambio Alejandro Cazabán, abogado defensor de Silva pidió que haya una reducción de pena.