La Pulpera de San Rafael logró la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura y de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control. De esta manera, la planta concentradora de pulpa logra asegurar la aptitud de sus productos tanto para el mercado interno como en el extranjero, lo que abre nuevas posibilidades de comercialización de los productos elaborados por la empresa sanrafaelina.
Los sistemas de gestión y aseguramiento de la calidad "son un instrumento eficaz para comunicar el compromiso de la organización en asegurar la inocuidad de sus productos de manera sostenible", explicó el gerente de la planta, Juan Carlos Cappadona.
“Para nosotros es un paso más que importante para seguir apostando a la excelencia de la planta y mostrarle al mundo la calidad de los productos que fabricamos en San Rafael”, agregó.
Las Buenas Prácticas de Manufactura, determinan condiciones operacionales generales que al implementarse en la planta favorecen la elaboración de alimentos inocuos, incluyendo además el mantenimiento de instalaciones y equipos, entre otros.
Los Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control es una metodología reconocida a nivel internacional que identifica los peligros y establece métodos de control con especial énfasis en la prevención.
Uno de los principales beneficios de implementar estas normas es que al conseguirlo se facilita el acceso a nuevos mercados, especialmente a nivel internacional.
Asimismo, aumenta la eficiencia de la producción, reducen costos y se disminuye el nivel de reclamos, ya que se garantiza el cumplimiento de las exigencias de los clientes.