Emanuel Ponce (36) se cansó de años de andar trabajando en centros invernales, la nieve y el ski y retomó la tradición familiar de vivir en el mundo de las bicicletas.
Desde abajó, supo darle forma a un negocio que fue toda una innovación en el sur mendocino, el delivery de bicicletas.
En la actualidad es el único dedicado al alquiler de bicis para turistas o para quien desee disfrutar de una jornada en dos ruedas. Las entrega en el local o las lleva a domicilio.
El final del 2019 y el inicio de este 2020 fue todo un éxito para el sector turístico y para su negocio en particular. Sin embargo el 20 de marzo marcó un antes y un después.
El inicio de la cuarentena obligatoria por el coronavirus le bajó la persiana y lo dejó sin nada. A casi tres meses de la suspensión total de la actividad turística, Emanuel y Bárbara, su pareja, tuvieron que reinventarse y mientras esperan que el sector vuelva a trabajar, se las rebuscan vendiendo fideos caseros entre otras pasta que elaboran en la casa.
"Tuvimos una temporada muy buena, trabajamos realmente bien y hasta el 18 de marzo las reservas y preventa para Semana Santa eran excelentes, pero cuando empezó la cuarentena se cayó todo", comentó Emanuel.
"Con el comienzo del aislamiento tuvimos que cerrar, devolver el dinero de las reservas y ahora nos la rebuscamos y esperamos a que todo pase", afirmó.
Valiéndose de las destrezas culinarias de Bárbara, le echaron mano a la pastalinda de la madre de Emanuel y "hacemos fideos caseros en la casa y los vendemos por las redes. Esto nos permite hacer algo de dinero y así poder pagar impuestos, hacer gastos mínimos, subsistir".
Además, con las flexibilizaciones de estos días, están preparándose para reabrir un local de venta de comidas en Valle Grande.
"Estamos haciendo todos los cursos online sobre los protocolos de prevención y estamos expectantes de poder reabrir el negocio", sostuvo Emanuel.