Culminado el paro, la ciudad volvió a la actividad. Pero con el dato de que la mayoría de los comercios no se supeditaron a la protesta y abrieron sus puertas al público. Entre ellos, locales de indumentaria, bares y restaurantes, apostados mayoritariamente en la zona céntrica.
De hecho, los supermercados que pertenecen a la Agrupación Milenio, Joki, Lagostena y Carrefour habían consignado de antemano la no adhesión. En este punto, manifestantes de la CTA se movilizaron a la sede que el Carrefour tiene en calle Mitre alrededor de las 13:00 para pedir por la reincorporación de un compañero que fue despedido sin justa causa.
La misma postal registraron los bares y restaurantes de la peatonal, que en consonancia con los supermercadistas definieron levantar persianas y encarar el paro con atención al público. La afluencia de gente no se correspondió con la de una jornada normal, y en esto mucho tuvieron que ver el parate del transporte público y la circulación reducida de taxis y remises.
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Con respecto a la metalurgia, el Secretario de Prensa de la UOM San Nicolás, Fabián Gigli, manifestó que el acatamiento fue casi total en lo que respecta a las empresas del sector y sostuvo que la medida se sobrellevó con las correspondientes guardias. Por su parte, Pablo González, de la UOM de Villa Constitución, apuntó que el paro alcanzó al 98% de los trabajadores que sindica.
En la misma dirección, el Secretario Gremial del Sindicato de Camioneros Delegación San Nicolás, Néstor Martínez, señaló que la adhesión de los choferes fue importante en la ciudad, y que en eso mucho tuvo que ver también el hecho de que la patronal está siendo perjudicada y "no obliga a sus empleados a trabajar como pasaba en otro momento".