Están ubicados estratégicamente en las avenidas principales del predio para hacer una comida al paso (picadas, ensaladas, cafetería) y no perder tiempo, sobre todo si se viene de lejos y la única opción es recorrer en un día la feria.
No hay forma de que pasen desapercibidos, aunque hay quienes le hacen la vista gorda y se dirigen directamente al tradicional sector de parrilla.
Es que no hay quien pueda resistirse al olorcito a asado, aunque es cierto que cuando son muchos en familia, los food trucks ofrecen una alternativa más tentadora en materia económica.
"Nosotros somos cuatro y vinimos desde Bahía Blanca. Entre que el viaje es largo y los tiempos cortos, preferimos comprar algo rápido y de paso no gastar tanto", le contó a Vía San Nicolás, María Luján, esposa de José y mamá de Lucas y Angelina.
Por otro lado, un grupo de productores de la ciudad de Luján, apuntó a que no negocian la carne por nada, y que si bien no ven con malos ojos a esta nueva propuesta, prefieren los sabores más tradicionales.
Entre las más adeptas a los food trucks, se encuentran las mujeres, que buscan proporciones más pequeñas para comer, mientras que el hombre de campo elige el asado y el chori, fiel a su estilo campero.
Lo cierto es que las opciones son variadas, como así también los precios. El bolsillo o los gustos individuales terminarán por torcer la balanza para un lado o para otro.