La denuncia la hizo este martes la Federación Nacional Aceitera tras una reunión con la multinacional: "La patronal de Bunge comunicó a nuestra organización gremial su decisión de despedir, sin causa alguna, a 60 trabajadores aceiteros en el Complejo Industrial de Ramallo por una supuesta crisis".
Son más de 300 personas las que operan en planta bajo distintos convenios, y las cesantías podrían afectar también a otros sectores.
La decisión de la firma desencadenó el rechazo inmediato del gremio que denunció un lockout patronal, en medio de los cuestionamientos por la cifra millonaria facturada en 2017. "Una de las plantas está paralizada, y nos avisaron que la decisión era cerrarlas y suspender al resto del personal", confirmó el secretario gremial Diego Paciarotti.
"Hicimos la denuncia ante el Ministerio de Trabajo de la Nación y hemos decidido iniciar todas las medidas de acción sindical necesarias para defender a nuestros trabajadores", sostuvo, repudiando "que no se haya activado el correspondiente Procedimiento Preventivo de Crisis".
Hace poco más de seis meses, los aceiteros debieron sortear una situación similar en Cargill, con el despido de 45 trabajadores de su planta de Punta Alvear, en la vecina Santa Fe.