La muerte de Mario Rojas durante este fin de semana generó un vuelco en la causa y el fiscal Darío Giagnorio solicitó la detención del imputado por homicidio. Se trata de Joaquín Mareco, de 24 años, quien es hijo de la última pareja de la víctima.
El muchacho había acreditado que actuó en defensa de su madre tras un caso de violencia de género y, pese a haber sido detenido, recuperó rápidamente la libertad. Sin embargo, "al transformare el hecho en un homicidio, haremos el pedido de revocatoria de la excarcelación concedida".
"Estamos trabajando ahora sobre el cuerpo del delito en lo que respecta al homicidio, confirmar fehacientemente que la muerte de Rojas ocurre como consecuencia de los disparos que tenía en el cuerpo, lo que ya está prácticamente acreditado en la autopsia. Falta la documentación y se daría por finalizada la etapa de investigación", apuntó Giagnorio a diario El Norte.
"Lo importante es que él no le disparó en medio de la reyerta con la madre, sino que fue a buscar un arma. Es un homicidio sin atenuantes. Buscó un arma y lo mató. Inclusive en algún momento declaró otra cosa, pero el caso está prácticamente cerrado", puntualizó el fiscal.
El violento episodio se desató la noche del 25 de febrero en un domicilio de barrio Mitre. Rojas recibió ocho impactos de bala entre piernas, abdomen y tórax y quedó internado en terapia intensiva. La pesquisa da cuenta de esa discusión y que el joven regresó después con un arma.