Este miércoles, cerca de la medianoche, un joven de alrededor de 25 años ingresó a la Comisaría 2° de la ciudad de San Luis a confesar que había sido el asesino de Guadalupe Lucero, la niña que está desparecida hace ya más de un año. Según sus declaraciones, la habría enterrado en la zona del Valle de Piedra, en Potrero de los Funes.
En primera instancia, ingresaron los padres del joven al establecimiento y luego lo hizo la fiscal Virginia Palacios, quien al cabo de algunos minutos se retiró del lugar.
El joven identificado como Sergio Andrea Ponce, según aseguro su familia, tiene diagnóstico de esquizofrenia y no sería la primera vez que se autoincrimina en hechos delictivos. Él realizó su descargo ante la oficina de judiciales.
En su declaración, el muchacho señaló que secuestró a Guadalupe Lucero, la subió a un micro que la llevó a Potrero de los Funes y le suministró drogas.
Según lo que dijo, subió a un cerro en la zona de Valle de Piedra y la estranguló.
Para verificar las declaraciones de este joven de unos 25 años que la familia dice que tiene brotes esquizofrénicos, trabajan en la zona más de 30 efectivos de la Policía de San Luis.
Al lugar llegaron familiares de la niña, como el padre y abuelos de la pequeña. También se presentaron medios radiales y televisivos. Por el momento, nada está esclarecido.
Diferentes versiones: ¿la enterró o la quemó?
Las declaraciones aparecen contradictorias.
El joven declaró, en primer término, que mató a Guadalupe Lucero; que luego la quemó y que tiró las cenizas por el inodoro del baño de su casa.
No obstante, luego, cambió la versión de lo sucedido. Contó que drogó a Guada con burundanga (técnicamente, escopolamina), tomó un micro que los llevó hacia el centro, allí se bajaron para abordar otra unidad hacia Juana Koslay, pero se quedaron en Potrero de los Funes. Y especificó que la estranguló y la enterró en Valle de Piedra.