La Escuela Especial N°4 “Un Lugar en el Mundo” de la ciudad de San Luis se encuentra en un estado penoso. Sus alumnas y alumnos deben llevan frazadas para combatir el frío debido a que no tienen calefacción, entre otras cosas.
La institución ubicada en calle Riobamba 1403, cuenta con 17 alumnos con diferentes discapacidades (síndrome de Down, retraso madurativo, hipoacúsicos y trastornos generalizados del desarrollo).
Además, otros diez chicos esperan por su lugar, pero en la escuela aseguran que no pueden recibir a más en estas condiciones. Inclusive, días atrás docentes y directivos recomendaron a madres y padres llevar a sus hijos con “abrigo extra”.
El establecimiento cuenta con dos aulas que no tienen calefacción. También hay un zoom que está dividido en dos y cuenta con un par de artefactos para calentar el ambiente, pero no son siquiera suficientes.
En muchas ocasiones, el personal docente y directivo se encuentra en la necesidad de llevar caloventores o estufas eléctricas para las oficinas donde trabajan.
Los pedidos de docentes y directivos a las autoridades
Hace unos 15 días, personal del Ministerio de Educación provincial fue a corroborar la situación de la escuela, pero hasta el momento no hubo respuestas.
Previamente, desde la institución enviaron una nota al Gobierno solicitando la instalación de más artefactos. Otro de los grandes pedidos al Gobierno es contar con un edificio propio, ya que están en un lugar “prestado”.
“Necesitamos ese espacio para trasladar a los chicos ahí porque, como todos tienen distintas patologías, debe ser un lugar acondicionado para ellos”, señaló la directora de la institución a El Chorrillero.
Al ser una escuela autogestionada, el subsidio que les brinda el Gobierno sólo alcanza para pagar los sueldos. Para el resto de los gastos, saca cada uno de su bolsillo o realizan colectas. La institución tampoco puede contratar psicólogos, psicopedagogos u otros profesionales por esta falta de dinero.
“Nos da bronca, porque vemos muchas inauguraciones y esto realmente es una necesidad. Hay niños que sólo pueden asistir a nuestra escuela porque en otros lados no los aceptan”, sentenció la directora.
Otro de los inconvenientes es que el establecimiento sólo tiene un baño y hay problemas de humedad en el techo.
Fuente: El Chorrillero