Los Bomberos de San Luis llevan más de 24 horas intentando controlar y sofocar el incendio que comenzó el domingo alrededor de las 19 en Villa de la Quebrada, a dos kilómetros hacia el oeste del Balneario Los Aromitos. Habían logrado controlar el fuego, pero el constante cambio de dirección del viento hizo inútiles los esfuerzos y las sierras volvieron a arder. Aún no se sabe qué lo inició.
El lunes a la mañana un avión hidrante comenzó las tareas de reconocimiento de la zona para colaborar con los bomberos y lograr sofocar el fuego que continúa activo en la zona.
"El incendio se dividió en dos flancos (puntas de fuego), uno se dirige hacia el sureste y otro hacia el noreste", informó a El Diario de la República Darío Zabala, jefe de los Bomberos de la Policía.
En el incendio, que abarca casi tres hectáreas de sierra, se sumaron para colaborar la Policía provincial, San Luis Solidario, los bomberos voluntarios de Potrero de los Funes y el cuartel de La Punta.
Darío Zabala detalló que: "Esperamos a que baje la intensidad del viento para realizar ataques directos contra el fuego". En total ya suman 40 personas, entre bomberos y policías, que están calmando las llamas con mochilas de agua, chicotes (herramienta, como un bate de béisbol, que se utiliza para sofocar) y sopladoras.
Afortunadamente no hay poblado ni construcciones cercanas a la zona del incendio, pero aseguran que el fuego no está controlado sino "contenido", según detalló Zabala. Debido la rotación del viento y las laderas empinadas que impiden a los bomberos marcar y delimitar el incendio con cemento o algún material que no sea inflamable, como suelen hacer, para que no siga expandiéndose.
El jefe de cuartel de bomberos voluntarios, Roberto Albornoz, es el único herido, se cayó mientras intentaba parar las llamas. Tiene cortes leves y un golpe en la cabeza, pero aseguraron que no presenta ninguna gravedad.