Una mujer le cobró la jubilación a su madre y se fue de viaje dejando a la anciana viviendo en un viejo colectivo abandonado.
La situación la descubrieron los vecinos del barrio Colocasi, en San Francisco del Monte de Oro, porque la mujer de 78 años no tenía dinero para comprar lo más mínimo para sobrevivir y salió a golpear puertas para pedir comida. Cuando la gente se dio cuenta lo que ocurría, le dieron aviso a la policía.
Cuando los efectivos se acercaron para corroborar la situación, la abuela les contó que su hija le cobró la jubilación y se fue con el dinero y el marido a otra provincia, dejándola sola y sin nada para mantenerse, informó el diario De la República.
Según fuentes policiales, la abuela con su hija y la pareja llegaron de Mendoza y se instalaron unos tres años atrás en San Francisco.
El caso salió a la luz porque la anciana no tenía dinero para comprar lo más mínimo para sobrevivir y decidió pedir comida entre los vecinos del barrio.
Los efectivos le dieron intervención a la comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia (Canaf) de Quines y se inició una causa por averiguación incumplimiento de los deberes de asistencia familiar.
Además procuraron conseguirle ayuda de inmediato y se comunicaron con personal del hospital de San Francisco y también de la Intendencia de la localidad puntana.
De la encuesta socioambiental surgió que la abuela, tiene serias dificultades para caminar lo que casi le impide subir y bajar del colectivo, no tiene un baño decente y sufre hipertensión. Además estaba bajo tratamiento psicológico.
Para que al menos pueda mitigar el hambre, cuatro vecinos del barrio Colocasi reunieron alimentos para la abuela.
Después de varios días e intentos “pudimos ubicarla (a la hija de la anciana) por teléfono, pero nos respondió que no tiene plata para volver a San Luis y dice que no sabe cuándo podrá viajar. Enviamos todas las actuaciones a la Canaf de Quines. Mientras, efectivos, personal del hospital y del Municipio están ayudando a la abuela”, comentaron.