El miércoles a las 19:40 dos efectivos escucharon el aviso de que había un niño extraviado mientras patrullaban por calle Belgrano, en pleno centro de San Luis, y fueron a su búsqueda. Cuando llegaron al local Ribeiro los empleados les contaron que habían encontrado a un niño llorando y que lo habían invitado a entrar. El pequeño de cuatro años abrazó a una de las uniformadas y no se despegó de ella hasta que aparecieron sus padres.
La agente Jésica López del PAC comentó a El Diario de la República que ella y su compañera, Estela Morán, escucharon el aviso de niño extraviado cerca de las 20.
Tras el alerta, los efectivos de la Patrulla de Acción Comunitaria (PAC), del Comando Radioeléctrico y de la División de Respuesta Inmediata Motorizada (DRIM) se avocaron por casi una hora a encontrar al niño que se extravió mientras paseaba con sus padres por el centro puntano.
Tras caminar poco más de 40 minutos, López dijo que empleados del negocio de electrodomésticos Ribeiro salieron del comercio para avisarles que habían encontrado a un niño llorando y que lo habían invitado a pasar.
"Estaba muy angustiado y apenas le dijimos que su mamá ya venía se largó a llorar y abrazó a mi compañera. No la quiso soltar más", recordó López. A los minutos llegaron los padres y por suerte tuvo un final feliz.
López y Morán entrevistaron a los padres del nene, Luis Miguel Garro, de 36 años, y Vanesa Benítez, de 31, les dijeron que lo perdieron de vista en esquina de Pringles y San Martín. Ella había entrado a comprar a un local y se confió de que su hijo se había quedado con su padre y el hombre pensó lo contrario.