Los habitantes de la localidad de Santa Rosa del Conlara en San Luis están conmocionados ante el homicidio de una nena de un año y medio, que falleció el 9 de mayo producto de un "traumatismo de abdomen"; presentaba fracturas en tres de sus costillas y diversos golpes en sus intestinos. El martes, el juez de Instrucción Penal Jorge Pinto procesó y dictó la prisión preventiva para la madre y su pareja (no es el padre de la menor). Sin embargo, la defensa dejó entrever que la responsable de las agresiones podría ser la abuela materna de la víctima.
Una fuente cercana a la causa le informó El Diario de la República que el 23 de mayo la pareja se sentó frente al juez para contar su versión: "A sus identidades las estamos manteniendo en reserva. Del hecho no dijeron nada, dieron vueltas y trataron de excusarse. Hubo mucha incongruencia entre lo que declaró uno y el otro".
La acusada contó que además tiene otra hija de unos tres años y medio (que ahora está con su abuela materna); y ella junto a las dos pequeñas y su pareja vivían en la casa de su madre con ella y dos medio hermanos menores de edad.
Durante su relato la joven habría dicho que la abuela de las niñas se iba a trabajar a las cinco de la madrugada y regresaba a las 17. "Por los informes que brindaron las médicas forenses aseguraron que cuando un niño recibe un golpe en el estómago se le pone duro. La abuela dijo que cuando volvió de trabajar el 6 de mayo (el día que habría sufrido las lesiones la niña) le hizo unos masajes a la nena porque se le hinchaba la pancita. Los golpes que recibió se habrían producido unas pocas horas antes. La madre de la niña la llevó al hospital al otro día cuando ya tenía el estómago flácido", detalló la fuente al medio local.
José Pérez, el abogado defensor de la pareja acusada, detalló que la joven, quien supuestamente lloró durante toda la indagatoria, "contó todo lo que pasó. No se explica lo de las lesiones de la niña. Me extraña que no haya sido investigada la denunciante, que es su mamá y dueña de la casa donde vivían. Según mis defendidos ella maltrataba a la menor", aseveró y dijo que la acusada y sus hijas fueron a vivir ahí unos quince días antes del hecho.
"Alquilaba en otro lugar y como se quedaron sin ese alquiler la madre les ofreció que fueran a vivir ahí. La casa tiene tres habitaciones. La pareja de la chica iba muchas veces y se quedaba a dormir. Él en el comedor porque no lo hacían juntos", detalló el abogado defensor.
"Ella dice que veía que su madre maltrataba mucho a la niña y que siempre la atemorizaba de llevarla al hospital. Le decía que no la llevara porque la iban a dejar", aseguró la fuente y luego añadió que la chica llevó a la niña al hospital el 7 de mayo "cuando vio que comenzó a vomitar y no quería comer. Le vio que tenía unas manchas en el estómago y la madre le dijo 'fijate si la llevás, te la van a dejar', algo así", dijo el Pérez.
El letrado recordó que a la madre de su defendida, en Mendoza, su ex pareja le quitó la tenencia de los hijos en común por hechos de violencia. "Pedí que él venga a declarar. Mi clienta lo habría denunciado por abuso, tiene una historia de vida dura. Jamás vi que la pericia psicológica de alguien esté totalmente bien, la de ella dice solo que tiene rasgos psicopáticos. En cambio la de su pareja aduce que quiere tapar todo lo que dice", determinó.
El 7 de mayo, la madre llevó a su hijita descompensada al hospital de la localidad. La nena "tenía múltiples hematomas en la espalda, escoriaciones y un golpe en la zona genital como si la hubieran pateado o le hubieran pegado una piña", señaló la fuente judicial. Luego la nena fue derivada al área pediátrica del Hospital San Luis y a los dos días murió por un traumatismo abdominal que le generó una hemorragia interna y le provocó un paro cardiorrespiratorio.
Trascendió que en otras oportunidades la joven madre llevó a la bebé al nosocomio local con golpes en la cabeza y explicó que se había caído del andador. Los médicos la dejaron en observación pero la mujer decidió pedir el alta y retirarla. Además la última vez que la llevó habría dicho que no sabía qué le pasó a la niña, que se podría haber golpeado o caído de una silla.
La pareja está actualmente detenida en el Servicio Penitenciario de San Luis.