El pasado 25 de noviembre, la dirigente del PRO sanjuanino Gimena Martinazzo, denunció a su ex pareja y actual diputado nacional de Juntos por el Cambio, Eduardo Cáceres, por violencia de género. Con lesiones visibles en su cuerpo, Martinazzo radicó la denuncia y expuso su situación en las redes sociales, mientras que el legislador en un comienzo mantuvo el silencio y luego difundió un mensaje alegando ser inocente y poniéndose a disposición de la Justicia.
Cuarenta y ocho horas después de la denuncia, Martinazzo habló con Canal 13 San Juan sobre cómo se dieron los hechos.
“Esta violencia viene desde hace mucho tiempo, siempre había sido psíquica y demás pero no había pasado hasta ahora esto de la violencia física directamente. Lo que me llevó a tomar esta determinación fue mi hija cuando me vio en la cama inmovilizada’, aseguró en una fuerte entrevista. “Se puso a llorar y me dijo ‘vamos a denunciar ya o lo denunció yo’ y le dije que no tenía fuerzas para levantarme”, recordó.
La dirigente macrista contó que el episodio de violencia ocurrió el día lunes. ‘No tengo nada que esconder, soy totalmente transparente en esto. Los golpes que tengo en las manos son de defensa, de haber estado tirada en el piso’, aseguró.
Tras el pedido de renuncia contra Cáceres por parte de diversos sectores, Martinazzo consideró que “si Cáceres no renuncia a los fueros para ponerse a disposición de la Justicia es porque tiene algo que esconder. ¿Por qué no se hace una pericia médica como yo, o entrega su teléfono? Yo puse todo a disposición del juez’, dijo.
En el tramo más emotivo de la entrevista, la mujer señaló: “¿Sabés lo que significa para una mujer que tiene tres hijos y que con ese trabajo mantiene su casa? Por casos como el mío las mujeres nos bancamos la violencia’, afirmó y añadió: ‘No es fácil haber defendido a este tipo de un montón de cosas y después salir a decir que es un violento’.
Mientras tanto, el juez que interviene en la causa, Federico Rodríguez, emitió una medida cautelar que restringe el acercamiento del legislador a la denunciante.
Además el magistrado un impuso “un bozal legal” sobre Cáceres y Martinazzo, quienes deberán evitar realizar declaraciones públicas en referencia a la causa.