El 21 de diciembre pasado, el paraje de la Difunta Correa en San Juan abrió sus puertas tras permanecer cerrado durante varios meses por la pandemia de coronavirus. Debido a la gran concurrencia de los fieles, desde este 4 de enero se decidió extender el horario de atención, que será desde las 8 de la mañana hasta las 00, pudiendo realizarse el último ingreso hasta las 22.
Es importante destacar que para ingresar al predio es obligatorio contar con el permiso de turismo interno, que se genera de manera online. Los cupos son limitados y se debe respetar la capacidad ocupacional del 40%, además del resto de las medidas sanitarias como son el distanciamiento social y el uso de tapabocas y alcohol en gel.
A lo largo de todo el año, miles de devotos de la Difunta Correa se acercan hasta su paraje en San Juan, donde le rinden culto. Todos le agradecen a la santa popular por los milagros cumplidos y le cumplen sus promesas. Para llegar a tocar su imagen, hay que subir las escaleras, pero por el protocolo, no está permitido.
En función a los controles programados, la circulación de los fieles será ordenada y también habrá espacios de estacionamiento habilitados. Durante los meses que el paraje estuvo cerrado, se realizaron trabajos de mantenimiento y reparaciones para mejorar las condiciones a los visitantes.
La leyenda cuenta que Deolinda Correa vivió en la Costa de Bermejo entre los años 1820 y 1860. Se estima que un día salió a pie con su bebé en brazos a buscar a su esposo en La Rioja, pero murió en el desierto. Unos arrieros la encontraron y una vez difunta, continuaba amamantando a su hijo. Con el correr de los años, su imagen fue cobrando cada vez más protagonismo entre los fieles y creyentes, que la convirtieron en un ícono popular.