A cuatro meses de salir a la luz el escandaloso caso que involucra a la iglesia de San Juan, el juez Guillermo Adárvez del Tercer Juzgado de Instrucción decidió procesar al sacerdote Walter Bustos. El religioso está acusado por el delito contra la integridad sexual gravemente ultrajante, agravado por la calidad de ministro de culto, cometido contra sus sobrinos que ahora tienen 24, 21 y 15 años. Seguirá detenido en el Servicio Penitenciario de Chimbas mientras continúe la investigación.
El cura sanjuanino cumplía tareas en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Angaco cuando su sobrino lo acusó de abusar sexualmente de él. El Arzobispado de San Juan comunicó la denuncia y lo separó de toda función pastoral. Se entregó a los días de conocerse la noticia y pese a que manifestó su inocencia, permaneció alojado en la Central de Policía, para luego ser trasladado al Penal.
El relato de los menores fue contundente en el Centro ANIVI, publicó Diario de Cuyo. Primero fue un sobrino de 15 años el que contó que sufrió abusos cuando tenía entre 9 y 13 años. Después se sumaron los testimonios de sus hermanos, quienes confesaron haber vivido episodios similares y lo denunciaron penalmente. Uno de ellos señaló que una vez estaba durmiendo y, cuando se despertó, observó a su tío al lado de su cama tocándose.
Ahora Bustos seguirá tras las rejas hasta que llegue a juicio, donde podría enfrentar una dura condena que superaría los 50 años de prisión por los tres casos denunciados.