Luego de que Evaristo Molina confesara haber sido el autor del aberrante crimen de Yamila Pérez, su esposa decidió vender todo e irse de la casa del barrio Costa Canal en el que vivían ambos. Los hijos de la mujer, oriundos de Mendoza, fueron quienes se encargaron de contratar abogados. Según trascendió, la determinación la tomó luego de que la amenazaran en reiteradas oportunidades.
Ahora en la casa de ladrillo visto vive una mujer de nombre Carolina. En diálogo con Tiempo de San Juan dijo: "Yo le compre la casa a ella, no sé donde vive ahora, se que se fue y me dejó todo para la venta de garrafas de gas". Aparentemente, según lo que dejó entrever, en la vivienda continuarán con la venta de gas envasado.
Los vecinos de Molina no quisieron hablar sobre el anciano de 70 años, que confesó haber sido el autor del aberrante crimen porque Yamila "lo tenía cansado". La gente del Costa Canal teme ser blanco de amenazas y optaron por el silencio. "No quiero meterme en quilombos", le dijo un habitante del barrio al medio que fue hasta el lugar.
A Yamila Pérez la encontraron muerta en un campo de El Mogote, Chimbas el pasado 18 de junio. La mujer no tenía rostro, ni tampoco sus brazos. Al allanar el domicilio de Molina, los policías dieron con un arsenal de cuchillos. Consultado sobre ellos, dijo que los tenía "para carnear". Pérez tenía una relación con Molina, aparentemente la mujer amenazó al hombre con contarle de la relación a su esposa y él tomó semejante determinación.
Si recae sobre Evaristo todo el peso de la ley, pasaría el resto de su vida encerrado en el Servicio Penitenciario. Molina se quebró ante la Justicia y confesó el asesinato. Desde ese momento, fue trasladado al Penal.