Rosa Videla fue condenada a cadena perpetua por matar de 163 puñaladas a la esposa de su amante en el 2012. Seis años pasaron de aquel tremendo crimen que conmocionó a la sociedad sanjuanina por la violencia del ataque, sin registros en la historia policial local. A esa condena inicial, Videla sumó tres más estando en prisión. Todas por agredir, amenazar de muerte a sus compañeras y hasta golpear a una penitenciaria. Esta fue la última.
La primera condena que recibió estando presa fue el 17 de febrero de 2017. La jueza Carolina Parra le aplicó 10 meses de prisión por amenazar de muerte a la empleada penitenciaria Tamara Rodríguez. El hecho que originó el ataque de furia de Videla se desató cuando debían llevarla al hospital Marcial Quiroga con su hija. Rosa no quería ir al médico, le pegó una piña a la penitenciaria y le dijo que la iba a "abrir cuando hicieran el recuento".
La segunda condena fue por un hecho sucedido el 22 de febrero de 2017. Videla amenazó a otra penitenciaria y la amenazó de muerte y con tajearla cuando tenía que limpiar su celda. La última condena ocurrió a fines de mayo por un hecho ocurrido en septiembre del 2017, mes en el que rasguñó, insultó y amenazó a otra penitenciaria, que le advirtió que su visita llevaba 20 minutos extra.