A sus 63 años,
Ramona Quinteros
es la mano derecha del niño que fundó una escuelita en el fondo de su casa, en el departamento de
de
San Juan
. Es la abuela de
Nicanor
y quien le armó, con palos y nylon, un humilde espacio para recibir a los chicos del barrio para las clases de apoyo escolar. "Espero poder verlo algún día frente a un aula de verdad”, contó orgullosa a
Así como Doña Paula marcó el camino de Domingo Faustino Sarmiento, es Ramona quien ahora guía los pasos de Nico. La mujer es jubilada, pero trabaja en la cosecha de aceituna y tomate. De sábado a domingo es empleada doméstica. Sobre todo es un pilar fundamental en la vida del pequeño soñador.
"Yo nunca pude ayudarle a hacer los deberes porque no soy estudiada. Además él es rápido y se encierra en su pieza. Ni siquiera ve televisión. Pero a mí me gusta apoyarlo cuando se le ocurre una idea. Quiero que estudie, por eso sigo trabajando", señaló la abuela.
La mujer es viuda y madre de nueve hijos. Los dos más pequeños y Nicanor viven junto a ella. Ramona es quien le prepara a la merienda a los 34 chicos que asisten a la escuelita del barrio Las Piedritas. Los espera con una taza de té y un pan con dulce. "Nico piensa en que no todo son libros y que los niños tienen hambre. Por eso no dudo en poner mi yerba o mi azúcar para darles algo caliente", expresó al diario sanjuanino.