Sahir Peñaloza, un bebé de dos años, fue atacado por una jauría el 4 de septiembre del 2019. Por las heridas que le provocaron los animales, el niño falleció. Por primera vez, la justicia sanjuanina procesó al propietario de los perros por considerar que actuó de manera negligente y no tomó los recaudos para prevenir que los animales que alimentaba atacaran al menor.
El juez del Cuarto Juzgado Correccional, Federico Rodríguez, procesó por homicidio culposo y sin prisión preventiva al casero que alimentaba a estos perros. Además se le trabó un embargo por dos millones de pesos. Con respecto al destino de los animales, los seis perros fueron material de secuestro para la investigación sino también causal del daño. En las causas de homicidio, el arma del ataque mortal debe ser destruida pero en este caso se actuó de una manera diferente. Cinco de los seis perros, ya que uno murió, fueron enviados a un refugio. Allí están siendo reeducados y serán dados en adopción cuando no representen un peligro para nadie, según consideró el magistrado.
El menor falleció producto de un shock hipovolémico por las heridas ocasionadas por las distintas mordeduras. "Todas las lesiones que presentaban su restos eran compatibles con las mordeduras de canes", indica el fallo al que tuvo acceso Tiempo de San Juan.
Los animales fueron sometidos a pruebas realizadas por un conductista canino, quien determinó que dos de los perros tienen un carácter agresivo. Además, dejó asentado que los animales tienden a actuar en conjunto: si uno ataca, el resto procede de la misma manera. El procesamiento, que lo hace único en la justicia local, ya fue informado a las partes y debido a su carácter inédito podría asentar jurisprudencia en la provincia.
