Berta Lamas tiene 62 años y su esposo Miguel Ángel Calderón, 56. Ambos estuvieron viviendo durante 9 meses en una estación de servicio abandonada en San Juan. Se negaban a ser trasladados a un hogar del estado pero luego de un arduo trabajo, las asistentes sociales lograron que acepten la ayuda y ambos pasaron a tener techo y comida. La historia de Berta y Miguel se hizo conocida en la provincia porque dormían en colchones tirados en el piso, entre orín de otras personas y pasando frío y hambre. Muchas personas pasaban a diario para dejarles comida y ayudarlos.
Según publicó Diario Huarpe, este miércoles pudieron llevarla a ella a la Residencia de Adultos Mayores Eva Perón y a él al hotel Ángelus donde pasará la cuarentena para luego ser trasladado a un hogar para personas en situación de calle. Desarrollo Humano de la Provincia los fue a buscar en una camioneta y con un patrullero. Berta estará aislada durante 14 días y luego se unirá a los 155 abuelos de entre 60 y 101 años que habitan ese hogar de ancianos.
Con Miguel Ángel la situación, según relataron las trabajadoras sociales, es más difícil porque tiene un problema con el alcohol. Una vez que termine la cuarentena, Miguel debería ir a un Hogar del Estado pero en esos lugares no permiten el ingreso de personas alcoholizadas y deben sacarlo de la adicción para poder ayudarlo realmente.
Por su parte, la mujer, ya vivió durante unos meses del 2019 en la Residencia Eva Duarte pero su marido iba y se la llevaba. "Insisitimos con Berta, la queríamos ayudar porque sentíamos que era víctima de violencia psicológica- aunque ella no lo acepta- lo mismo decidió irse con él. No es bueno que alguien quiera llevarse a una persona a la calle, cuando ella está alimentada y protegida", explicó Sonia Recabarren, directora del hogar de ancianos.
Durante 9 meses, las trabajadoras sociales acompañaron al matrimonio hasta convencerlos de recibir la ayuda. Ahora, la vieja estación de servicio ubicada en calle España y 9 de Julio, en la Capital de San Juan, será cercada por el Municipio. La idea es que no haya más personas que terminen en una situación similar.