Este martes, una mujer de 27 años intentó matarse y matar a sus tres hijas en San Juan. Las nenas tienen 5,2 y 1 año de edad y estaban con su madre cuando ella abrió las hornallas de la cocina y se encerró con las pequeñas. Los estados de Whats App de la madre alertaron a su suegro quien llamó a la Policía y logró salvar a sus nietitas. El desencadenante habría sido un divorcio.
Todo ocurrió este martes entre las 14 y las 19 horas en el barrio Del Bono Green, ubicado en la localidad de Rivadavia al oeste de la provincia cuyana. La madre, de apellido Molina, abrió las cuatro hornallas de la cocina con claras intenciones de matarse junto a las niñas, informó el diario Tiempo de San Juan. El suegro de Molina había visto estados en sus redes sociales en los que ella se despedía de sus contactos y se preocupó por la salud de sus nietas.
El hombre fue hasta la casa para ver a sus nietas y escuchó los gritos y llantos a través de la puerta. Como no pudo entrar a la casa llamó al 911 y un patrullero que hacía recorridas por la zona fue hasta la vivienda para ver qué ocurría. En la casa se encontraron con la dramática escena y tuvieron que tirar abajo la puerta para salvar a las niñas. "Estaban abiertas las cuatro hornallas de la cocina, era muy fuerte el olor a gas que había y las nenas estaban a los gritos. Ya se estaban descomponiendo, al igual que la mujer", relató un uniformado al diario local.
Al ver a los policías, Molina tomó a la más pequeña de sus hijas y se encerró en una de las habitaciones. Sin embargo, esta vez fue más allá y agarró un cuchillo de cocina y se lo puso en el cuello. Así, tomó de rehén su propia hija para evitar que se la llevaran los efectivos. Un grupo de negociación llegó al lugar y pudieron, finalmente, rescatar a las tres nenas que fueron trasladadas al Hospital Guillermo Rawson, en la Capital provincial. La madre también quedó internada en observación pero estaría fuera de peligro.
El juez Benedicto Correa, titular del Quinto Juzgado de Instrucción, ordenó que la mujer quede internada con custodia policial y en cuanto se recupere quedará detenida y será indagada. Afortunadamente, sus hijas están fuera de peligro y el padre, un trabajador minero, estaba bajando de la montaña para hacerse cargo de ellas. Según informaron desde la Policía, el detonante del violento episodio habría sido la separación de Molina, con el padre de las chiquitas.