Los cigarrillos electrónicos o popularmente conocidos como “vapers”, son dispositivos para fumar que se parecen a los cigarrillos, pero que funcionan distinto. Algunas personas consideran que son más seguros que los comunes, pero se han señalado algunas disidencias.
Los e-cigs, sistemas electrónicos diseñados para suministrar nicotina (ENDS), sistemas alternativos para suministrar nicotina (ANDS), e-hookahs, mods, cigarrillos electrónicos tipo bolígrafo, vaporizadores, dispositivos de vapeo y sistemas de tanques son parte de los distintos nombres que tienen, según la American Cancer Society.
La organización destacó que los conocidos cigarrillos electrónicos no tiene tabaco, pero muchos de estos contienen nicotina, la cual es originaria del tabaco. Por tal razón, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EE.UU. los clasifica como “productos de tabaco”.
Asimismo, explicaron que los dispositivos incluyen una batería para la activación de una fuente de calor que calienta un líquido para convertirlo en lo que es referido como “vapor” y es inhalado mediante una boquilla, llegando así a los pulmones.
Los riesgos para la salud
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de tabaco es la primera causa de muerte prevenible en los países desarrollados, y es además la causa más importante de años de vida perdidos y/o vividos con discapacidad. En Argentina, se calcula que mueren 40.000 personas cada año por tabaquismo.
La American Society of Clinical Oncology (ASCO), reveló que el uso de cigarrillos se ha ido reduciendo lentamente en países como Estados Unidos, pero muchas alternativas como los cigarrillos electrónicos, los tabacos sin humo y las pipas de agua se han vuelto más populares. En este sentido, explicó que estos productos alternativos que tienen tabaco, también contienen contienen sustancias químicas y toxinas nocivas que imponen riesgos para la salud.
Un informe reveló en septiembre de 2019, que más de 800 casos de lesión pulmonar y 12 muertes en EE.UU. estuvieron relacionados a pacientes que reportaron el uso de “vapers”, pero no se confirmó una conexión entre la lesión pulmonar y un aparato o líquido específico.
Sin embargo, el Control y la Prevención de Enfermedades de los EE. UU. (U.S. Centers for Disease Control, CDC), señaló que gran parte de los pacientes con lesiones pulmonares utilizaban cigarrillos electrónicos con nicotina.
En este sentido, el CDC recomendó no modificar cartuchos o comprar los tipo “caseros” para el uso de vaporizadores. Por su parte, la FDA aún no aprobó a los cigarrillos como una manera para dejar de fumar, algo que había sido adoptado por los consumidores de tabaco.
El Ministerio de Salud de Argentina coincidió respecto a que los cigarrillos electrónicos no son inofensivos. A través de su página oficial, explicó que los artefactos emiten aerosol y no vapor de agua, por lo que “contiene numerosas sustancias tóxicas y cancerígenas, además de nicotina lo que mantiene la adicción”.
En este contexto, desestimó el uso de los cigarrillos electrónicos y señaló que pueden afectar en la salud de la siguiente forma:
- Causar enfermedad pulmonar grave o cáncer a causa de aerosol con nicotina, compuestos orgánicos volátiles, partículas ultrafinas, sustancias químicas que causan cáncer, metales pesados (níquel, estaño, plomo) y saborizantes como diacetilo.
- Adicción a causa de la nicotina, considerada como poderosamente adictiva y tóxica para fetos.
- Incendios o explosiones por baterías defectuosas.
- Riesgo para niño porque su ingesta es considerada tóxica.
- Casos de enfermedad pulmonar que puede ser mortal, aunque la causa aún no ha sido identificada.
Tabaco calentado: la alternativa similiar a los vapers que está relacionado a contraer Covid-19
Entre otras alternativas populares entre jóvenes, se ha conocido el tabaco calentado. Aunque es considerada una opción menos dañina a los cigarrillos convencionales, se desarrolló un estudio asociado al tabaco calentado y su relación con el Covid-19.
La Facultad de Medicina Universidad Metropolitana de Osaka en Japón, realizó un estudio a 30 mil 130 participantes de entre 16 y 81 años donde determinó que aquellos que consumen productos de tabaco calentado, presentan tasas de Covid más altas en comparación a los que no lo hacen.
El mismo análisis determinó que tanto los que utilizaban cigarrillos tradicionales como los productos de tabaco calentado, tenían una incidencia más alta de enfermedad grave por el Covid.
Los estudios que se han realizado hasta ahora, según el Europa Press, son considerados limitados y contradictorios. En algunos casos sugieren que los dispositivos alternativos podrían ser menos perjudiciales que los cigarrillos tradicionales, otros han relacionado sus efectos con enfermedades como el coronavirus y otros secuelas a largo plazo.
En los últimos años la llegada de los vapers o vapeadores y otros dispositivos, ha sido rápida y en gran parte impulsada como “alternativa” para el consumo de los cigarrillos convencionales, pero también ha traído en aumento la conciencia sobre el tabaquismo. En ese contexto, los “vapers” y dispositivos para calentar el tabaco han sido promocionados como una opción menos dañina, pero su impacto real en la salud aún se encuentra en debate.