Desde el Ministerio de Salud Pública provincial, dirigido por el doctor Luis Medina Ruiz, indican que el dolor menstrual intenso, conocido como dismenorrea, es una condición que afecta principalmente a mujeres jóvenes entre los 20 y 35 años y que no debe considerarse como algo normal.
Se trata de un cuadro que va mucho más allá de las molestias habituales del ciclo, ya que puede llegar a impedir dormir, trabajar o realizar las actividades de todos los días.
Diferencias y tipos de dismenorrea
El doctor Andrés Gómez Henson, jefe de Ginecología del Hospital Avellaneda, explicó: “La dismenorrea se la define como el dolor menstrual que, a diferencia del dolor leve o normal, es lo suficientemente intenso como para afectar la actividad diaria del paciente. Existen dos tipos principales de dismenorrea, la primaria o esencial, que no tiene una causa identificable y suele deberse a una mayor producción de prostaglandinas, sustancias inflamatorias que aumentan las contracciones uterinas y el dolor; y la secundaria, asociada a patologías ginecológicas como endometriosis, miomas uterinos o quistes de ovario”.
El especialista aclaró que, ante la consulta por dolor, lo primero es descartar enfermedades asociadas: “Cuando una paciente consulta por dolor menstrual, lo primero que hay que hacer es descartar que no tenga una patología. Para ello se realizan estudios como el examen ginecológico, el Papanicolaou y una ecografía pélvica”.
La endometriosis como causa frecuente
La dismenorrea secundaria muchas veces está vinculada a la endometriosis, un trastorno que ocurre cuando el tejido que recubre el útero crece fuera de él. Esta condición provoca sangrados internos y un dolor pélvico intenso durante la menstruación.
Según datos del servicio de Ginecología, la dismenorrea representa alrededor del 20% de las consultas ginecológicas, lo que refleja su alta incidencia entre las mujeres jóvenes.
Abordaje terapéutico
“El tratamiento depende del tipo de dismenorrea. En los casos de dismenorrea primaria, se indican analgésicos y antiinflamatorios no esteroides como ibuprofeno, naproxeno o ácido mefenámico, administrados de forma regular durante el período menstrual".
“Cuando el dolor no cede con estas medidas, los anticonceptivos hormonales constituyen una alternativa eficaz ya que regulan los ciclos menstruales y generan un nivel hormonal estable durante todo el mes, lo que reduce la formación de sustancias que producen dolor”, explicó Gómez Henson.
El especialista agregó que el objetivo es mantener niveles hormonales constantes e inhibir la función ovárica. Para ello, se utilizan anticonceptivos orales combinados, aunque también existen otras presentaciones como parches y anillos vaginales, alternativas prácticas para quienes no desean consumir pastillas diariamente.
La dismenorrea no es simplemente un dolor más del ciclo. Es una condición que puede afectar la calidad de vida y que requiere diagnóstico y seguimiento médico.



























