El nombre de Zaira, la salteña de 12 años de la comunidad Wichí, resonó a lo largo de todo el país. Era huérfana, tenía una discapacidad y su caso cobró relevancia cuando se la halló con un grave cuadro de desnutrición. A pesar de toda la ayuda que recibió, la pequeña finalmente falleció.
Su padre y sus hermanos la habían abandonado tras la muerte de su madre en 2019. Fue su abuelo quien la adoptó, pero debido a toda esta situación, ella entró en depresión y su salud se vio afectada.
En este sentido, se la internó en el hospital San Roque, en Embarcación. Pero luego, cuando el nombre de la nena tuvo relevancia nacional, fue trasladada al Hospital Materno Infantil de Salta Capital.
Diana Ferreyra, una amiga de su mamá, fue la encargada de difundir el caso de la pequeña. Y a pesar de todo el apoyo que recibió desde distintos puntos del país, Zaira murió el 9 de diciembre, en horas de la noche.
Se crió en condiciones no dignas. Su vivienda no contaba con puertas ni ventanas, y de niña perdió algunos dedos de sus manos producto de unos animales hambrientos que ingresaron al hogar. Además, cuando fue internada, estaba desnutrida, deshidratada y pesaba menos de 17 kilos.
Aún así, contra todo pronóstico, el personal de salud logró sacarla adelante. Pasados algunos meses, la pequeña comenzó a recuperarse lentamente. Mientras tanto, desde el gobierno salteño se comprometieron a reconstruirle su hogar para que viva con su abuelo y un hermano.
Y es que una fundación le había donado $1.000.000 para ayudarlos a levantar una casa digna para que ella viva. El nombre de esta niña resonaba por cada rincón del país, y Ferreyra iba informando acerca de su estado.
No obstante, el 9 de diciembre finalmente falleció. “Nos tomó de sorpresa el anuncio del fallecimiento de la nena. Yo tenía contacto directo con el abuelo de ella, la verdad tengo un vacío y no entendemos qué pasó”, detalló la mujer.
Murió Zaira: el abandono del gobierno salteño
Varios vecinos de Salta, así como también algunos medios locales, apuntaron contra el Gobierno provincial. Lo tildaron de abandonar a la pequeña wichí, como lo hicieron en varias oportunidades y con otros niños.
La amiga de la familia aseguró que están atravesando una situación difícil. “Es muy triste. Si hubiese recibido apoyo psicológico, quizás podría haberse evitado está situación”, comentó.
Cabe destacar que, en un principio, su salud hizo estragos no sólo por las condiciones deplorables en las que vivía, sino por la situación familiar que atravesaba. “Era una nena llena de vida, iba a la escuela, jugaba como cualquier niño de su edad. Entró en depresión por la falta de su mamá y dejó de comer”.