La polémica por la desviación de donaciones para los wichís en Tartagal continúa. El miércoles pasado se desató un caos durante la entrega los bolsones con ropa y comida recuperados durante un allanamiento en la casa de la concejal Paola Díaz. Pobladores de las comunidades aborígenes terminaron forcejeando con los agentes a cargo de la distribución.
Semanas atrás, una mujer denunció que sus hermanas, Paola Díaz, concejal de Tartagal, y Rosa Díaz, defensora oficial de ese municipio, desviaban las donaciones que fundaciones de diferentes partes del país enviaban para las comunidades wichís de Salta. La Policía allanó la vivienda de la edil y encontró un cargamento de ropa y comida, que las hermanas Díaz vendían a comercios de la zona y utilizaban para hacer campaña política.
Tras el procedimiento, Paola y Rosa Díaz fueron imputadas por administración fraudulenta. La concejal estuvo detenida durante unos días, y luego quedó en libertad mientras que el Concejo Deliberante de Tartagal aseguraba que no iba a sancionarla hasta que se compruebe el delito.
Enterados de la situación, un grupo de wichís viajó desde Santa Victoria hasta Tartagal para pedir que les entreguen sus donaciones. Acamparon y esperaron días hasta que finalmente el miércoles comenzó la distribución pero se desató un caos por la falta de organización. Todo terminó con estas personas a los empujones y peleándose entre sí por recibir un alimento o alguna prenda de ropa. Tras el momento de tensión se observó que varias zapatillas y zapatos sin su par y algunas prendas sucias y estiradas, quedaron esparcidas por la vereda.