Durante el 2020 hubo 13 femicidios y 54 intentos de femicidios en Salta, de los cuales 18, tenían denuncias previas. Cinco fueron Capital y ocho en el interior, según el informe anual del Observatorio MuMaLá. A nivel nacional, la cifra total de muertes violentas de mujeres, travesitis y trans fue 329.
El registro de femicidios en Salta reveló que el 38.5 % sucedió en la vivienda de la víctima, el 30.8% en la vía pública, 23.1% en el descampado y 7.7% en la vivienda del agresor. Además 15 niños, niñas y adolescentes quedaron sin madre.
Respecto al vínculo de la víctima con el agresor, el relevamiento de MuMaLá detalla que tres mujeres fueron asesinadas por sus parejas, seis por sus ex parejas, dos por un familiar, una por un conocido y una por un desconocido. Además tres de los agresores se suicidó y uno intentó hacerlo. Además, es importante destacar que durante el confinamiento obligatorio impuesto por el Gobierno ante la pandemia del coronavirus, un importante número de mujeres se vieron obligadas a vivir bajo el mismo techo que sus agresores.
“Somos una de las provincias con la tasa más alta de todo el país. Esto habla a las claras de la importancia de reforzar urgentemente las políticas de acompañamiento a las víctimas de violencia de género. Desburocratizar la ayuda económica es fundamental, como lo es también poner la lupa en la Justicia que no brinda soluciones a esas mujeres que habían denunciado a sus agresores y que luego no obtienen ninguna respuesta, quedando a merced del femicida. Es necesario acompañar todo ese proceso en el que la mujer denuncia ya que según los datos el lugar más peligroso para la víctima sigue su propia casa”, opinó Malvina Gareca, coordinadora de MuMaLá.
El 2021 arrancó el femicidio de Graciela Flores, una mujer de 44 años que el jueves 31 fue apuñalada en el pecho por su expareja en la calle. Luego, él se prendió fuego en un intento por quitarse la vida pero quedó internado en grave estado. Ella murió el 1 de enero.