El ingenio para cruzar la frontera argentino boliviana en el interior salteño no tiene límites, y a esta altura los gomones se consolidaron como el principal medio de transporte de la ilegalidad, y también del peligro. La nueva técnica fue construir un puente de gomones para facilitar el tránsito a través del río que separa la localidad salteña de Aguas Blancas con Bermejo, en Bolivia.
Semanas atrás circuló un video donde niños y adolescentes con delantales blancos subían a una precaria barca en Bermejo para estudiar en la escuela de Aguas Blancas. También fue viral la imagen de un automóvil cruzando el río a bordo de un gomón. Sus ocupantes terminaron en el agua en un intento por pasar desapercibidos por las autoridades. Todo sucede frente a los ojos de quienes se supone custodias la frontera.
Sobre el puente de gomones, el Tribuno publicó que las autoridades con jurisdicción y capacidad operativa en el tema y en el lugar, no tomaron aun la decisión de desarmar este improvisado paso ilegal, donde además se cobra peaje para pasar. Por el lugar pasan pasajeros ocasionales y, en especial, bagayeros que transportan mercadería de manera ilegal de un lugar a otro. La situación es histórica, y se profundiza con la pandemia porque en esta circulación de personas, que va y viene, tampoco hay controles sanitarios.