El 20 de noviembre del año pasado, el empresario Jorge Brito y el piloto Santiago Beauden murieron luego de que el helicóptero particular en el viajaban se enredara con una tirolesa y cayera al río Juramento, en la zona del dique Cabra Corral, a pocos kilómetros de Salta Capital. Tras meses de investigación y de un minucioso análisis de las pruebas, los fiscales a cargo del caso determinaron que se trató de un accidente.
Los fiscales Ana Salinas Odorisio y Gustavo Torres Rubelt, desestimaron las actuaciones iniciadas el 20 de noviembre último, por no constituir delito y por no haberse verificado la intervención o participación de terceros en el resultado luctuoso. Remitieron en forma definitiva las 64 fojas del Legajo a la Oficina Central de Causas Archivadas.
Según las pericias, informes y pruebas aportados, el siniestro se habría ocasionado por el actuar imprudente de los propios damnificados. Recordamos que Jorge Brito piloteaba el helicóptero que cuando sobrevolaba a una altura aproximada de entre 100 y 110 metros. El corta cable impactó con la línea de señalización con bochones y la cortó. La aeronave perdió el control y se precipitó sobre el cauce del río, en una zona de baja profundidad. Las muertes de Brito y Beauden, se produjeron por traumatismo encéfalocraneano y politraumatismo grave por accidente aéreo.
Sobre la empresa prestadora y operadora de turismo alternativo ubicada en la zona y que opera desde 2003, la investigación precisó que cuenta con renovación de autorización provincial para prestar servicios de rafting, trekking, rappel y canopy, vigente hasta el 2 de noviembre de 2022.