Las noticias sobre decomisos de estupefacientes en los pasos fronterizos se transformaron en moneda corriente en los periódicos del país en los últimos años, y es que la apuesta del gobierno de Macri, de la mano de la ministra de seguridad Patricia Bullrich, está dando sus frutos en la lucha contra el narcotráfico.
En el caso de Salta, se evidencia particularmente, ya que nuestra provincia es uno de los puntos calientes en cuanto a tráfico de drogas. En su mayoría el ingreso de drogas se realiza a través de la frontera con Bolivia, aunque en menor medida el narcotráfico ingresa también por la Puna, como es el caso del último decomiso en cercanías del volcán Llullaillaco a más de 4 mil metros de altura, donde Gendarmería Nacional decomisó 380 kilos de cocaína.
Como decíamos anteriormente, este tipo de acciones dejaron de sorprender, salvo alguna eventualidad cuando el decomiso alcanza cifras astronómicas, decomisos producto de la guerra abierta que Bullrich libra abiertamente contra el narcotráfico desde el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Es así que desde el ministerio aseguran que las fronteras han dejado de ser un colador, para pasar a ser auténticas murallas que impiden el libre tráfico de drogas.