Se vienen los feriados por Semana Santa y miles de turistas arriban a la Capital salteña y al Valle de Lerma para poder disfrutar de los distintos atractivos que ofrece la provincia de Salta, siendo el tercer destino más elegido por los argentinos para estas fechas.
Si bien a grandes rasgos, hay recorridos que son un "si o si", muchas veces el turista se pierde de los pequeños placeres conocidos por los locales para poder disfrutar a pleno de los destinos más visitados de la provincia.
A continuación una lista de cosas para hacer recomendadas por salteños.
Salta Capital
Además de los típicos recorridos por el casco histórico y el teleférico, recomendamos visitar el museo MAAM, donde se encuentra los niños del Llullaillaco, y el Museo Güemes. También recomendamos comer unas empanadas en el Buen Gusto, un pequeño local que de afuera no dice nada, pero sus empanadas lo dicen todo, o comerse un buen locro en La Criollita (atención, también recomendamos especialmente las empanadas de queso de este restorán).
Si hay ganas de salir a tomar unos tragos por la noche, el paseo gastronómico Güemes es el lugar ideal: ambiente chic, cerveza artesanal y parrilladas son algunas de las ofertas que brinda este paseo gastronómico.
Los fines de semana también hay ferias de productos artesanales en la plaza de la estación, ubicada en la calle Ameghino, y en la plaza Güemes: venden desde joyas, espejos y cuchillos, hasta jabones y productos de gastronomía local.
El Alfarcito
La Quebrada del Toro ofrece muchos atractivos paisajísticos, y ningún turista debiera perder la oportunidad de conocerla.
A una hora de la ciudad de Salta, sobre la ruta 51, se encuentra el paraje El Alfarcito, donde se puede frenar a almorzar, y seguir unos kilómetros más para visitar las ruinas de Santa Rosa de Tastil.
En este recorrido, previo a ingresar a la quebrada, con un pequeño desvío se puede visitar la exquisita capilla gótica de Río Blanco.
Cafayate
Sobre la ruta 68, casi al comenzar la quebrada, se encuentra al costado de la ruta, el ingreso al pueblo ferroviario de Alemanía. Allí se puede visitar la vieja estación y conocer las reminiscencias de la época de esplendor de los trenes en Salta, además de la oferta de artesanías de barro al costado de la ruta.
Dentro del pueblo hay mucha oferta gastronómica, pero si se está dispuesto a salir de la plaza central, recomendamos el restorán BadBrothers, con una amplia oferta de tapas tipo españolas acompañada de vinos de marca propia, y un ambiente chic.
Si se cuenta con un poco de tiempo, en el camino que va a las bodegas Piatelli, Domingo Hermanos y Yacochuya, se encuentra el Museo del Cactus. Este local tiene especies de todo el mundo, especialmente cultivadas y con cierta cantidad de años, razón por la cual las plantas son particularmente espectaculares. En el mismo lugar se pueden adquirir cactus y suculentas de alta calidad.
En el mismo camino se pueden visitar la bodega Piatelli, que cuenta con un restorán de primer nivel, y la bodega Yacochuya, que se encuentra al final de un camino de lecho de río, pero que vale la pena conocer y probar sus vinos exquisitos.
Siguiendo por la ruta 40, pasando el pueblo de Tolombón, hay una pequeña joya al costado de la ruta que vale la pena visitar: se trata de la Destilería Etchart & Argerich, que cuenta con un bar en donde se pueden degustar distintos tipos de grapas y cuentan con una amplia variedad de productos: conservas, vinagres, aceites, picantes etc, todo con un gusto artesanal.
Cachi
El pueblo de Cachi es uno de los destinos más elegidos para conocer en Semana Santa por el dramatismo de sus paisajes, y por la amplia oferta gastronómica.
En los últimos años, la producción de vinos locales comenzó a empujar fuertemente en el mercado. Recomendamos a los viajeros conocer la bodega Miraluna y la bodega Puna, que cuentan con una amplia variedad de vinos locales de alta calidad, ubicadas en lugares de un alto dramatismo escénico.
A su vez, para salirse de los restoranes estrictamente turísticos, recomendamos almorzar en el hotel La Merced del Alto, ubicado en Cachi Adentro, aunque advertimos que los precios tienden a ser elevados debido a la alta calidad y cuidado a la hora de elaborar sus platos.
Molinos
Si se tiene la suerte de pasar la noche en el pueblo de Molinos, los turistas serán testigos del increíble espectáculo de ver la luna salir por detrás de los cerros desde el lecho del río. Para cenar hay poca oferta, pero la Hacienda de Molinos tiene un buen restorán, y recomendamos ir a la tarde noche a disfrutar de una cerveza o una copa de vino en el antiguo patio coronado por un gran algarrobo.
No puede faltar una visita a las bodegas Humanao y Colomé, la primera colgada del cerro y la segunda, además de sus bellos paisajes, su restorán y la calidad de sus vinos, casa del museo de las luces de James Turrell, artista de reconocimiento internacional. Para poder asistir al museo, que tiene un cupo limitado, es necesario realizar una reserva. Recomendamos la visita de la tarde, donde está abierta la última obra del recorrido, que se encuentra cerrada en el turno del mediodía.
Seclantás
Una parada necesaria en el bello y pulcro pueblo de Seclantás es en los locales de ponchos de el "Tero" Guzmán, famoso maestro ponchero que por años vistió a Los Chalchaleros y cuyo negocio está dirigido hoy por su viuda, y el local de enfrente, el del "Terito," hijo del "Tero," que compite mano a mano con el loca de sus padres.
