El gobierno nacional tiene las expectativas puestas en Salta para convertirse en la segunda potencia mundial en litio para el año 2022, y es que ya son casi 50 proyectos en desarrollo, dos de ellos en fase avanzada.
Es así que Salta se posiciona por sobre Catamarca y Jujuy en las proyecciones de inversión del ahora conocido como “oro blanco”; en estas dos provincias se encuentran las dos únicas minas activas de litio del país.
El año pasado se anunciaron inversiones de tres empresas por 1.525 millones de dólares, siendo la de mayor inversión la china Ganfeng Lithium International, que proyecta US$ 675 millones para el Salar de Llullaillaco; la surcoreana Pohang Iron and Steel Company, que anunció inversiones por US$ 450 millones para producir hidróxido y carbonato de litio de material extraído en el Salar del Hombre Muerto, y la francesa Eramet, que confirmó la disposición de US$ 400 millones para los salares Centenario y Ratones.
Si bien la demanda de litio viene creciendo debido a que cada vez son más los aparatos electrónicos indispensables en nuestras vidas que funcionan con baterías de litio, es la industria automotriz con sus autos eléctricos la que le ha revolucionado el sector, tan es así, que el precio del carbonato de litio para batería creció 168% entre 2010 y 2017. En la actualidad el valor de la tonelada del metal alcalino ronda los US$ 14.000.
En la actualidad, es Australia la que lidera el mercado del litio, con un 44% de la producción mundial, aunque en este país el mineral se obtiene de la roca; en producción le sigue Chile con un 33%, y Argentina con un 13%.
Según proyecciones oficiales, en 2023 Salta estará en condiciones de producir 110.000 toneladas de litio, equivalente al 38% de su potencial máximo.