Estos docentes demostraron que la enseñanza no se limita solamente a las aulas de las escuelas, sino que puede ser transmitida con mucha paciencia y cariño a niños que se encuentran lejos de una situación ideal.
El Ministerio de Educación informó que este verano continúan los servicios educativos para niños que padecen enfermedades u otros males que se encuentran internados en hospitales o domicilios de la ciudad.
La modalidad de educación hospitalaria o a domicilio brinda apoyo pedagógico en los hospitales San Bernardo, Materno Infantil, Papa Francisco y Oñativia de la capital provincial. El promedio del servicio es de 25 alumnos internados y 10 con tratamiento ambulatorio por semana, para chicos de entre 13 y 18 años.
Algunos alumnos que se encuentran hospitalizados por pocos días, cuando la causa se debe a una operación de apéndice, vesícula, u otros males a corto plazo. En estos casos, los docentes cubren las necesidades educativas por un corto período de tiempo.
Cuando existen problemas traumatológicos graves, de diálisis y oncológicos, el acompañamiento educativo se extiende por más tiempo, asegurándose se brindar a los chicos con contenido educativo que les permita emplear su tiempo de manera creativa.
Los contenidos se aprenden a través de recursos lúdicos, que amplían la capacidad creativa y el uso de las tecnologías. Entre ellos se encuentran talleres de origami, dominó matemático, obras teatrales e incluso narración de cuentos en la lengua wichí para niños internados que pertenecen a esa comunidad originaria.
Los docentes hospitalarios transforman la difícil experiencia de la internación en algo transitable, articulando el trabajo en equipo con los padres y la institución de origen.