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hace 9 horas
Desde el 6 de octubre, cuando quedó detenido el sacerdote tucumano Nicolás Parma, un grupo de feligreses que cree en su inocencia lo visita en la comisaría de la localidad de Puerto Santa Cruz. Incluso organizaron una "vaquita" para contratar al destacado penalista santacruceño Carlos Muriete, según trascendió.
El sacerdote, que se encuentra detenido por abuso sexual a menores -entre ellos un salteño entre 2006 y 2012- que estudiaban el noviciado en Puerto Santa Cruz, cumple prisión preventiva por los delitos de "abuso simple doblemente agravado en concurso real con abuso gravemente ultrajante doblemente agravado en concurso real con corrupción de menores agravada".
Parma, que pertenecía a la misma congregación que el cura Agustín Rosa Torino, negó haber cometido ninguno de los ataques sexuales contra chicos de entre 13 y 16 años.
Los abusos se destaparon en 2016, cuando Yair Gyurkovits, de Cafayate, realizó la denuncia ante la Justicia luego de no haber recibido respuesta de parte de la Iglesia. La víctima se había unido a la congregación en Salta, y desde allí lo mandaron a la localidad de Puerto Santa Cruz para que se convirtiera en sacerdote. Tenia menos de 16 años cuando fue víctima de los abusos de Parma.
Tras la denuncia de Gyurkovits, comenzaron a surgir nuevos testimonios de abusos, de los cuales fueron víctimas otros novicios.
