En 1960 iniciaba sus actividades la Clínica Córdoba, ubicada en calle Zuviría 631 con tres pisos dedicados a la atención integral de la salud, junto a una maternidad en la cual nacieron miles de salteños. En el 2001, como todo el país, fue víctima de la crisis económica y se atrasó con el pago de impuestos y alquileres, llegando incluso a deber sueldos a médicos y enfermeros.
Finalmente, la justicia dispuso que se cierren sus puertas el 25 de enero del 2002, trasladando a todos los pacientes a la Clínica Azul y dejando al personal sanitario sin sus haberes, en la calle. En 18 años este edificio se ha mantenido deshabitado, a pesar de la expansión inmobiliaria en toda la ciudad.
A pesar de su ubicación en pleno microcentro, no ha podido ser modificada, remodelada ni puesta en actividad tras los intentos de distintas empresas constructoras. Solo se conoce una razón: obreros y albañiles sostienen que, en plena luz del día, fuerzas paranormales no les permiten trabajar.
Según los relatos de serenos y albañiles que realizaron obras en el lugar, en medio de sus tareas diarias eran empujados por fuerzas invisibles, sentían un fuerte olor a quemado, e incluso llegaron a ver cómo se levitaban sus herramientas.
Se cree que estos fenómenos fueron los que evitaron poner en funcionamiento las instalaciones de la exclínica, aunque circulan rumores de todo tipo: muchos creen que la clínica cerró a causa de un virus interhospitalario que sigue viviendo en los muros del edificio, y por ello no se puede demoler.
La exClínica Córdoba se encuentra hasta el día de hoy abandonada, y se escuchan rumores extravagantes de las razones por toda la ciudad.