En la tarde de ayer se reportó el hallazgo de un Ford Escort blanco a la vera de la ruta 34, entre las localidades salteñas de Coronel Cornejo y Ballivián.
Dentro del vehículo había dos cuerpos: el de un hombre mayor de edad, y el de una niña de 8 años, ambos con lesiones provocadas por un arma de fuego larga secuestrada del vehículo.
Según las primeras hipótesis el hombre, identificado como Raúl Pereyra, habría asesinado a la niña y luego se habría quitado la vida.
La propia Policía fue quien localizó el vehículo de la tragedia, luego de que la madre de la niña, residente de una comunidad wichí, realizara la denuncia porque su exmarido no había devuelto a su hogar a la pequeña según lo acordado.
El drama habría comenzado en la noche del viernes cuando el hombre buscó a sus dos hijas de la Misión Wichí para llevárselas como hacía todos los fines de semana, ya que se encontraba separado de Nancy Sánchez, madre de Araceli, la víctima de 8 años.
Hicieron compras y comieron golosinas, y el hombre devolvió a las dos pequeñas a su madre sanas y salvas. Pero cerca de las 22 regresó con la excusa de llevar a sus hijas a comer a General Mosconi. La mayor decidió no ir, pero la más pequeña fue con su padre y jamás regresó.
Como Pereyra no devolvió a su hija según lo acordado, en las primeras horas del sábado, Sánchez radicó una denuncia, y cerca de las 15, la policía se acercó a su domicilio para darle la peor noticia.
El fiscal Pablo Cabot constató que se encontró el vehículo con los dos cuerpos sin vida dentro, lesiones de armas de fuego, y del lugar se secuestró un arma de fuego larga, pero se negó a brindar más especificaciones en tanto no cuente con información más concisa.