Tras la muerte de seis niños wichí por complicaciones derivadas de la desnutrición y la falta de atención médica a tiempo, se informó que hay unos siete niños más en situación crítica. Son niños en con cuadros de extrema gravedad por falta de comida y agua.
Así lo informó Antonio César Villa, el secretario de Relaciones Institucionales de Santa Victoria Este, y aclaró también que la situación de toda la zona es preocupante. Hay en este momento una gran sequía, lo que afecta gravemente a la región dado que se mueren también los animales, que no se pueden comer porque muchos de ellos están enfermos. El acceso al agua es la mayor problemática para estas comunidades, que en su mayoría son de pueblos originarios.
También recordó que el río Pilcomayo se encuentra con un gran caudal, preocupando que se desborde en medio de la sequía. El río está tapado por lodo acumulado de inundaciones anteriores, pero esto hace que estas inundaciones sean cada vez más frecuentes.
A pesar de los principales problemas de la sequía, el hambre y la inundación, también hay que tener en cuenta que el municipio tiene una deuda de $ 17.000.000, adquiriendo hace poco otra deuda de $ 3.500.000 por la construcción de anillos de defensa para que las comunidades no sean destruidas en la noche por el agua.
Villa advirtió también que, a pesar de que el Estado provincial informó sobre la muerte de seis niños, de los cuales afirman, cuatro murieron por causas derivadas de la desnutrición y dos por una sepsis no tratada a tiempo, ellos cuentan siete, puesto que uno murió por causas salvables pero que tenía las defensas bajas por la mala alimentación.
Las autoridades del Ministerio de Salud Pública de Salta informaron que el niño que murió el domingo estaba en un estado grave, con un cuadro febril, alteraciones del sensorio, deshidratación severa, y varios días con vómitos y diarrea, además de desnutrición crónica. Por ello se lo derivó al hospital de Morillo, pero el niño falleció en el camino por sepsis.
En ese sentido, el cacique de la Comunidad el Tráfico, Gilberto Vicente, de donde eran tanto el bebé como su familia, afirmó en diálogo con La Gaceta que la ambulancia no estaba en condiciones y se quedó a mitad de camino cuando iba de Morillo.