La semana pasada, el exintendente del municipio salteño de Embarcación, Fredy Llaya, fue centro de críticas luego de que el actual jefe comunal, Carlos Funes, presentara un informe de indica que su antecesor dejó una deuda de 26 millones de pesos.
Llaya negó la acusación y aseguró que Funes quieres desprestigiarlo. También explicó en los primeros días de diciembre deben haber entrado unos 20 millones de pesos a Embarcación entre coparticipación, recaudación genuina, regalías y los saldos en las cuatro cuentas corrientes habilitadas de la comuna, que eran de $9 millones en total.
Funes, por su parte, había expresado la semana pasada que tuvo que pedir adelanto a la provincia para poder pagar sueldos y aguinaldo. Sin embargo, Llaya lo desmintió. "No tiene ningún asidero", determinó el exintendente a El Tribuno.
Llaya también aseguró que el al día siguiente que Funes fuera electo como intendente de Embarcación, él mismo lo llevó a recorrer las obras y lo puso al día sobre el estado del municipio y le dio información. "Me extrañó que salieran a decir que cuando llegaron no tenían información y que a los escritorios los encontraron vacíos. Por supuesto que estaban vacíos porque la información está contenida en el sistema informático y en el archivo, no en papeles como parece que ellos pretendían", dijo.