Cada vez se ve más comprometida la situación de Nicolás Cajal, el viudo de Jimena Salas, quien fue brutalmente asesinada de más de 40 puñaladas en 2017, dentro de su casa en el municipio salteño de Vaqueros.
Y es que según pudo determinar la fiscalía, el viudo ocultó información importante para la investigación, tanto que podría incluso determinar el móvil del terrible asesinato. Tal es así que ampliaron la imputación contra Cajal, sumando “encubrimiento agravado en la causa que investiga la muerte de Jimena Salas”.
A principios del mes de noviembre, se ordenó una pericia con perros rastreadores de divisas y estupefacientes para ser realizada sobre un maletín que se secuestró de la habitación principal que compartían Salas y Cajal.
La pericia dio positivo en la presencia de ambos, dinero y drogas, pero en las actas, Cajal había manifestado en reiteradas ocasiones que no había objetos de valor en la casa ni que se había sustraído nada, razón por la cual se partió de la base que el crimen había sido motivado por el objetivo de un robo, y que el mismo había resultado frustrado por la falta de dinero y otros valores.
Sin embargo, los fiscales pudieron determinar que los autores del asesinato de Salas, cuyos perfiles genéticos quedaron registrados como H1 y H2, ingresaron a la habitación, abrieron el maletín y sustrajeron su contenido.
Los fiscales Salinas Odorisio y Torres Rubelt consideraron entonces que el acusado ocultó información de importancia para la investigación del asesinato de su esposa, y omitió deliberadamente poner en conocimiento a los investigadores sobre el dinero sustraído del maletín para evitar que se investigue su origen.