La modelo salteña que buscó la perfección, se desmayó y perdió la memoria

"Quería gustarle a todo el mundo", cuenta la modelo salteña Claudia Barrionuevo. Se exigió tanto para conseguirlo que un día se desmayó, golpeó su cabeza contra un zócalo y sufrió amnesia disociativa. A partir de esa experiencia comenzó a vivir el modelaje de una manera más consciente y saludable.

El accidente de Claudia fue en 2016, un año después de haber participado en Miss Mundo como representante de Argentina. "Cuando me desperté en el hospital no podía contestar cómo me llamaba. No reconocía a nadie, ni me acordaba de nada. Pedía un espejo para verme, porque me mostraban fotos y no podía señalarme", relata la joven.

Luego quedó varios días en terapia intensiva y después fue trasladada a una habitación común, donde estuvo monitoreada y le hicieron varios estudios. Tuvo que parar y tomar conciencia de que lo que le había pasado era un alerta para su salud, para su vida.

Claudia es de la localidad salteña de El Carril y ahora tiene 27 años. Creció en su pueblo hasta que terminó el secundario y se mudó a la capital para estudiar psicopedagogía y probar suerte en algunas pasarelas.

Su papá murió en un accidente cuando ella tenía apenas un años y su mamá siempre trabajó para sacarla adelante a ella y a sus hermanos mayores. "Nos dio lo que no tenía y me enseñó a no darme por vencida", destaca.

En 2011 comenzaron a abrirse las puertas para el modelaje. Trabajó en  China, India, Costa Rica y los Estados Unidos e ingresó al exigente mundo de las Miss Universo con dietas, ejercicios y estrés hasta que se desmayó.

"Me dijeron que había tenido amnesia disociativa producto de un desmayo por estrés, sobrecarga y desgaste de energía. Además, se me había hecho una inflamación en la zona del golpe y no querían que se me formara un coágulo. Me dormían para que descansara, porque me angustiaba mucho no entender nada", revela sobre el diagnóstico posterior a que le descartaran algo neurológico.

Claudia vive ahora en Salta pero viaja mucho a Buenos Aires. Su novio se llama Guillermo, es salteño, tiene una imprenta y se acaban de mudar juntos.