Cuando Aldo Román Palacios llegó a la la Escuela 4526 El Rosal, unos 3367 metros de altura en plena pre cordillera andina, el edificio estaba a medio construir y no había luz. Él se propuso sacarla adelante y darle a los alumnos una mejor calidad de enseñanza y de vida.
Hoy el edificio cuenta con un invernadero donde los chicos cultivan las frutas y verduras que consumen en la escuela plurigrado, a la que asisten niños y niñas de entre 5 y 13 años, y que también funciona como albergue para 11 estudiantes que viven a más de diez kilómetros de distancia.
El maestro también consiguió un horno solar, a través de una gestión de Universidad Nacional de Salta y del Instituto Nacional de Energía no Convencional (Inenco), dependiente del Conicet. Todo lo que se come en la escuela, desde el pan de la mañana, hasta los almuerzos y meriendas, se elabora en la cocina solar.
Aldo arribó a El Rosal en 1995. En ese momento tenía 33 años y aunque vio que no sería fácil sacar la escuela adelante decidió quedarse y ponerse en marcha. Al principio viajaba los domingo en colectivo desde Salta Capital hasta Alfarcito, y desde allí caminaba 30 kilómetros durante nueve horas para llegar a dar clases.
Lo primero que hizo fue acondicionarla para los pocos alumnos que iban en ese momento e instaló un equipo de radio para poder comunicarse con un hospital o un médico en caso de que hubiese una emergencia. Esto fue el puntapié para, años más tarde, crear la FM De las nubes 89.9, conducida por él y los alumnos.
Durante los años siguientes, se dedicó a terminar la construcción de la escuela, dividiéndola en tres clases, mejorando el albergue y las instalaciones de gas y luz.
En sus 23 años como director, cientos de chicos del departamento de Rosario de Lerma terminaron el primario. "Nosotros todos los días tratamos de explicarles lo importante que es seguir estudiando", confiesa el docente, quién adempas enfatizó que se necesitan docentes con vocación que se animen a trabajar allí.